Crónica de dos feminicidios que estremecen a México El semblante duro, adolorido, de Marisela Escobedo Ortiz únicamente cambiaba cuando atendía a su nieta. Sólo cuando hablaba con la pequeña de dos años el tono de la señora se volvía cálido.
No escondía la rabia y la frustración que sentía. Sabía que esos sentimientos le hacían daño, pero también la ayudaban a mantenerse en pie.
Narraba su tragedia con detalle...
por admin publicado el 19 diciembre, 2010 a las 08:12 am