Las semillas criollas de maíz están en riesgo
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Organizaciones mexicanas, demandan ser escuchados porque las semillas criollas le significa su autonomía, ya que son plantas adaptadas al clima y a la cultura local.
Recientemente los productores mexicanos, fueron sorprendidos con las recientes declaraciones de las autoridades agropecuarias referentes a que en este mes de octubre, otorgaran una treintena de permisos para la siembra experimental de maíz transgénico.
Si desde aí±os atrás, este tipo de decisiones no han sido del agrado de numerosos ciudadanos que participan activamente en agrupaciones no gubernamentales, tal como es el caso de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS), cuyo sentir lo han manifestado en el marco del foro del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, en cuya postura, mencionaron que se ha demostrado científicamente que el flujo génico de los maíces transgénicos a los maíces nativos hasta ahora no ha podido evitarse. Luego en México no existen mecanismos eficientes de biomonitoreo y bioseguridad.
La agrupación de profesionales recalcó que existe el peligro de que se contaminen los acervos de maíz para consumo animal y humano por genes de los maíces bioreactores que producen sustancias no alimenticias como fármacos, sustancias industriales, químicos experimentales, etc.
Aclararon que científicos mexicanos han demostrado que mediante la combinación del mejoramiento y conocimiento tradicional, las técnicas clásicas de mejoramiento genético, ciertas prácticas agronómicas intensivas, y el uso de nuevos enfoques de genética molecular y bioinformática se podría aumentar el rendimiento promedio nacional, con lo que podría abatirse el déficit en la producción de maíz en México sin necesidad de utilizar transgénicos.
La UCCS, indicó que el maíz debe decretarse formalmente como patrimonio de la humanidad, así como garantizar su inocuidad sanitaria y diversidad.
Esta organización no gubernamental, urgió la necesidad de fincar responsabilidades por la contaminación transgénica del centro de origen del maíz y sus consecuencias, a las personas e instituciones que -con conocimiento de causa- permiten, estimulan o generan la contaminación transgénica de las plantas nativas de México, así como de las instancias de gobierno y sus funcionarios que son responsables de la bioseguridad de México.
Esta postura asumida por la UCCS, no ha sido ajena al de los productores mayas, porque en meses pasados al realizarse la Feria de las Semillas Criollas – en uno de los 4 eventos organizados en la península de Yucatán-, el Sr. Lucas Iuit Mex, representante de los campesinos del municipio de Tzucacab, al concluir este evento, entregó simbólicamente una canasta llena de semillas criollas al Sr. Gerardo Chablé Chan, un productor proveniente de la comunidad de Xoy, municipio de Peto, seí±aló en lengua maya con una voz emocionada y con llanto: ”Te entregó estas semillas, que recientemente los coseché de aquellas semillas que se me hizo entrega el aí±o pasado en Tahdziu. Este patrimonio es nuestro, no lo olvides, si éstas llegaran a faltar, representa enormes riesgos para nuestra sobrevivencia…».
El otro productor al aceptar el encargo, afirmó: ”El hecho de promover (la semilla criolla), sabemos de su valía para cada uno de nosotros. El campesino sabe que el hecho de ser el productor de sus simientes, significa ser autónomo y cultivar plantas adaptadas al clima regional y a su cultura».
Opiniones como ésta, muestra la consciencia y el significado que tienen las semillas criollas para el productor, y éste domingo 4 de octubre, la Asociación Regional de Silvicultores ”U Kanaantal Sihnal», A.C. al celebrar un foro de análisis sobre la importancia de las semillas criollas para la alimentación, su representante, Amadeo Cool May, declaró:
-”Sac(blanco) ,boox (negro),kan (amarillo),chac (rojo) y yaax (verde) son los colores del mayab, al igual que los sonidos que cotidianamente compartimos, lejanos y cercanos al espacio donde vivimos —nuestra realidad- y las expectativas socio ambientales son distintivos de la lucha por la sobrevivencia del maíz y su pueblo», remarcó Cool May.
Otras agrupaciones como el colectivo Ko’one’ex t’aan, al realizar el ”Foro Peninsular por el Derecho a la Alimentación Adecuada y la Soberanía Alimentaria», coincidieron: ”No debemos permitir que nos digan qué vamos a producir y consumir, tenemos el derecho de decidir según nuestras costumbres y nuestra cultura».
Reconocieron que ante el incremento del costo de los insumos y de las semillas mejoradas, es mejor recuperar sus propias semillas, reaprender a seleccionarlos, y realizar intercambios organizando sus propias ferias de las semillas criollas, y con ello intercambiar sus experiencias regionales y nacionales.
Cabe recordar que el mes de marzo pasado, México dio luz verde para el inicio de siembras experimentales de maíz genéticamente modificado, lo que hace que selecciones de maíz hechas por los antiguas culturas mexicanas, hoy se encuentran seriamente amenazadas por la presencia de este tipo de semillas.