Tere Gamboa: HOLBOX: UNA HISTORIA CONTADA POR LA CADENCIA DEL MAR.

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Lic. Marí­a Teresa Gamboa Gamboa

Edición: Antrop. Iván Jacobo Interián Kú

En la costa Nororiental de la Pení­nsula de Yucatán está situada la deliciosa isla de Holbox, lugar de pescadores y destino turí­stico de gran belleza cuya presencia en la historia de Quintana Roo la coloca como escenario de diversos eventos. Con referencia al nombre, este aparece en algunos documentos como Holvos, Polvox, Holbox de Palomino o sencillamente(1) Holbox que en maya

quiere decir ”hoyo negro» de hecho, en la cartografí­a europea de mediados del siglo XVIII aparece con el nombre jolvos. Don José Sabatini, recuerda que los hermanos Benigno y Marcelino Jiménez relataban la existencia de un hoyo negro en el mar, entre Yalahau y la isla, en el que ”… lo que arponeaban o anzuelaban (sic) se metí­a en lo profundo [del hoyo] donde habí­a piedras filosas que cortaban sus cordeles…». Aunque el sitio en la actualidad (2) se encuentra azolvado, la gente aún lo conoce como la ”Cueva de Gamboa».

Debido a la situación geográfica de la isla en la época prehispánica los mayas del cacicazgo de Ecab llegaban a la isla a establecer sus campamentos estacionales para la pesca.

Existe la probabilidad de que el Adelantado Francisco de Montejo pisara sus playas cuando ancló sus naves en la boca de Conil durante el primer intento de conquista de la Pení­nsula de Yucatán, en 1528(3). De igual forma, podemos suponer la presencia de piratas que merodeaban las costas como Jean Laffite quien murió en Chiquilá(4), frente a Holbox o la del explorador neoyorkino John L. Stephens que en 1842 reconoció punta mosquito y punta francés(5). (Ver plano 1903).

Para conocer la historia de Holbox como pueblo es necesario remontarse al 30 de julio de 1847, fecha en que inició la rebelión campesina más importante del siglo XIX en América Latina, conocida en la historia regional como ”guerra de castas». Al fragor de la pólvora, los machetes ensangrentados y las detonaciones de los fusiles, fueron cayendo ciudades, pueblos y ranchos del oriente peninsular. En la región cercana los pueblos de Xcan, Labcah, Yalahau, fueron abandonados por sus habitantes para buscar refugio en las islas cercanas..

Los primeros datos documentales de la ocupación de Holbox datan del 8 y 16 de diciembre de 1852, a través del reporte del comisionado militar Juan Dí­az y el oficio del Juez De Paz de Isla Mujeres, Don Bartolomé Magaí±a dirigido al gobernador de Yucatán. Poco tiempo antes habitantes de la costa de tierra firme en Yalahau habí­an sido atacados por trescientos mayas rebeldes, tomando prisioneros a 15 vecinos cuando estos trabajaban sus milpas. Sobrecogidos por el pavor, los restantes pobladores se embarcaron en sus canoas rumbo a Holbox, dejando atrás hogares, ropa, utensilios, herramientas y todo cuanto habí­a sido su vida. (6)

Al enterarse de los acontecimientos el Comandante Militar del Ejército yucateco en Rí­o Lagartos, encomendó a su lugarteniente Juan Dí­az la evacuación de los refugiados en la isla. Lo que no se pudo prever fue la terca negativa de este grupo de seres valientes a abandonar el lugar, reporte que se remitió a las autoridades de Isla Mujeres.

El Juez de Paz mandó el oficio antes mencionado sugiriendo prohibiera la ocupación de Holbox ante el temor de otros ataques de los mayas rebeldes. En 1854, hace 150 aí±os los habitantes de la isla, fueron reconocidos como vecinos de Holbox, es decir, holboxeí±os, cuyo asentamiento estaba en la punta de la isla, conocida como el ”Viejo Holbox».

Si algo ha caracterizado a los pobladores de la isla en los inicios de su fundación, fue el carácter recio y digno; maravillosa terquedad que ha permitido hacer frente con fortaleza y alegrí­a a las innumerables adversidades, construyendo la laboriosa comunidad que ahora conocemos. Gracias a esta caracterí­stica pudieron resistir el aislamiento, la carencias de productos básicos de consumo como harina, manteca, telas, mercancí­as que por trueque obtení­an de los eventuales ”comerciantes» que pasaban por ahí­, a cambio de tortugas o pescado que sacaban del mar y secaban en sus solares. Holbox se irí­a convirtiendo en pueblo de pescadores y agricultores acostumbrados a avizorar en el horizonte las nubes que presagiaban el majache (tromba) o las proximidades de ciclones con que la diosa Ixchel acostumbraba demostrar su enojo, pero que con la protección de San Telmo lograban superar.

Después de catorce aí±os de haber llegado el primer grupo a la isla, durante la administración delEmperador Maximiliano se levantaron censos de población en todo el paí­s. Por el recuento poblacional de la municipalidad de Isla Mujeres realizado en octubre de 1866 sabemos que en Holbox viví­an 30 personas entre nií±os y adultos, los de mayor edad eran Don Luis Vacelis de 71 aí±os y Dí±a. Ma. de la Cruz Zetina de 50 aí±os. Otros apellidos que aparecen son Gómez, Cahum, Novelo, Correa, López, Moguel, Alamilla, Osorio, Méndez, Chan, Pech, Peí±a.(7)

A partir de la firma del tratado de paz en 1859 entre el Gobierno de Yucatán y los mayas nororientales, conocidos desde entonces como la tribu pací­fica de Kantunilkí­n (8), fue posible el establecimiento de ranchos dedicados a la producción de caí±a de azúcar y destilado de alcohol.

El ingenio Solferino asentado en el antiguo pueblo de Labcah fue uno de ellos, además de los (9)establecidos en Dzanub, Xuxub, Puntatunich y Puntachen, este último funcionaba además como cabecera municipal, cada una de éstas tení­an un promedio de 40 familias asentadas(10). Cuando los mayas cruzoob de la región costera de Tulúm atacaron y quemaron Kantunilkí­n en 1872 y Xuxub y Puntatunich en 1874 muchas de aquellas familias buscaron refugio en la Isla de Holbox.

Apaciguada nuevamente la región, se establecieron dos grandes empresas enfocadas a la explotación forestal: El Cuyo en 1875 y la Compaí±í­a Colonizadora de la Costa Oriental en 1890, las dos dedicadas al principio a la explotación del palo de tinte y luego a la del chicle y la madera. Esto propició el arribo de miles de trabajadores dedicados a extraer las riquezas forestales para su exportación internacional, para ello se requirió de igual forma de alimentos, ropa e implementos de trabajo, para estos jornaleros lo cual permitió la activación del comercio regional. Barcos de cabotaje incluyeron en su ruta la isla de Holbox. En el muelle de madera atracaron embarcaciones una vez por semana procedentes de Progreso o de Cozumel y aún de Belice cuyo pasajes costaba $15.00 en primera clase y $10.00 en cubierta(11); uno de los barcos que proporcionó el servicio fue el ”Ibero» propiedad de la Cí­a. Colonizadora. Por este muelle también pasaron numerosas familias de indí­genas yaquis en doloroso exilio al caribe mexicano.(12)»¨»¨En pleno proceso de crecimiento, el enojo de Ixchel se hizo sentir nuevamente, el ciclón que toco en octubre de 1886 destruyó el antiguo pueblo. El Gobernador de Yucatán ordenó el desalojo definitivo de la isla pero con la firmeza con la que los pobladores se negaron a abandonar la í­nsula

37 aí±os atrás los holboxeí±os volvieron a decir no, se encontraban ya enraizados en la arena como las palmeras traí­das de tierra firme. A Don Guillermo Palominos no le quedó otra que aceptar la terca decisión del pueblo, pero trasladó el asentamiento al sitio actual, llevó a cabo el trazo de las calles y solares; en reconocimiento el pueblo cambió su nombre a ”Holbox de Palomino». El tráfico comercial reanudó y con ello la presencia de autoridades aduanales, una pequeí±a guarnición militar y la escuela. Para 1901 se contaron a 544 habitantes (13), número que a partir de 1910 comenzó a descender; fue hasta 1960 se volvió a alcanzar la cifra de principios de siglo.

El 24 de noviembre de 1902 el Congreso de la Unión aprobó la iniciativa de ley presentada por el Gral. Porfirio Dí­az como Presidente de la República creando el Territorio Federal de Quintana Roo. El antiguo Partido de las Islas del cual Holbox formaba parte, quedó integrado a la nueva entidad polí­tica como una Sub-prefectura del Distrito Norte; las nuevas autoridades territoriales nombraron a Don Amado Brito, antiguo Juez de Paz, como Sub-prefecto y Don Pedro Moguel como Oficial del Registro Civil. (14)»¨»¨En la escuela elemental de varones el profesor Agustí­n Angulo atendí­a a 18 alumnos, aunque la

plaza de maestra en el liceo de nií±as permanecí­a vacante. Los establecimientos comerciales mas populares eran 5 expendios de licor y una panaderí­a, cuyos propietarios Dn. Amado Brito, Dn. Manuel Ordaz, Dn. José Rodrí­guez, Dn. José Ma. Baas y Dn. Gabriel Betancour, pagaban al fisco $ 5.00 mensuales por patente, otro impuesto era el de 12 centavos mensuales por tenencia de perro. Un servicio novedoso para la época fue el alumbrado público.

La inestabilidad del periodo revolucionario también se vió reflejada en Quintana Roo, la compaí±í­a

”El Cuyo» quebró y a la ”Cí­a. Colonizadora de la Costa Oriental» le fue retirada temporalmente la concesión en 1914, entonces el trabajo escaseó, obligando a muchos de los moradores de la isla a buscar oportunidades en otros lugares, pero aquellos pescadores acostumbrados a extraer del mar su riqueza permanecieron en ella. En 1916 cuando Salvador Toscano, pionero de de la cinematografí­a en México pasó por Holbox, lo primero que llamó su atención fue la abundancia de conchas rosadas, observó también que los habitantes se dedicaban a la pesca del cazón, que las casas que componí­an el poblado estaban construidas con bejuco a la vera de las callecitas de arena por las que aún caminamos con deleite. (15)»¨»¨El México bronco seguí­a despierto, el levantamiento delahuertista de diciembre de 1923 cobró varias ví­ctimas en la pení­nsula, entre ellas a Felipe Carrillo Puerto gobernador socialista de Yucatán; tratando de huir hacia Cuba fue tomado prisionero en Yalahau, su primera noche en cautiverio la paso en la cárcel de Holbox. (16)

En enero de 1934 se fundó la cooperativa de pesca en la cual Angel Villanueva, Juan Ordaz e Ignacio Ordaz fueron los dirigentes del Consejo de Administración y Pedro Moguel, Pablo Cruz y Manuel Rosado del Consejo de Vigilancia. La introducción del motor fuera de borda en la década de los 50’(17) marcó una nueva etapa del desarrollo pesquero, catorce aí±os después crearon la sociedad cooperativa de producción pesquera ”Pescadores de la Isla de Holbox». (18)

Por aquellos aí±os, los nií±os asistí­an a la escuelita, un local de palma que Dí±a. Vitalia Zetina rentaba por $10 pesos mensuales. Las profesoras Margarita Ontiveros y Aurora López atendí­an a 14 nií±as y 35 varones. Tiempo después las condiciones precarias obligarí­an a maestros y educandos a trasladarse a la ”casa del pueblo», en 1934 querí­an adquirir el local en la esquina norte del parque. Durante el cardenismo al fin la escuela primaria Andrés Quintana Roo, hoy Gregorio Torres Quintero, tuvo un lugar propio. (19)

El maleficio de la incomunicación, comenzó a romperse en la isla con la instalación del telégrafo, accionado por las ágiles manos de Dn. Alfonso ívila Sardaneta; luego los barcos que uní­an con Chiquilá; el campo de aviación donde los aviones cargados de langosta despegaban de su pista; por último el trasbordador en la década de los noventa.

Hoy gracias a las bellezas de su entorno natural como el arribo de los tiburones ballena, la blancura de sus playas, la gran variedad de aves marinas y la amabilidad de sus habitantes, Holbox se ha convertido en un destino turí­stico de los amantes de la naturaleza, de esta forma, la vida continúa al ritmo cadencioso de las olas del mar que marcan los tiempos de pesca, de recolección, o de reposo.

Citas y referencias a pie de página artí­culo ”Holbox»

1. ”Plano de la Costa de Yucatán y Sonda de Campeche. 1776″, No. 95 de Miguel de Aldrete en ”Atlas de Mapas Antiguos de la Pení­nsula de Yucatán», complemento del libro Historia Cartográfica de la Pení­nsula de Yucatán de Miguel Antochiw, 1994

2. Entrevista realizada por la Lic. Marí­a Teresa Gamboa Gamboa al Alcalde de Holbox, Sr. José Sabatini, en el aí±o 2004

3. Chamberlain, Robert S., Conquista y Colonización de Yucatán 1517-1550, Porrua, 1982, PP. 50-52

4. Rubio Maí±e, J. Ignacio, Los Piratas Lafitte, Tradición, PP. 227-232

5. Stephens L., John, Viaje a Yucatán en 1841-1843, en Quintana Roo Textos de su Historia, Tomo I, de Lorena Careaga Viliesid, Instituto de Investigaciones Dr. José Marí­a Luis Mora, PP. 198, 247-299

6. Correspondencia del Juez de Paz del Pueblo de Dolores (Isla Mujeres), dirigida al Gobernador de Yucatán, en ella solicitaba que no permitiera la población de Holbox mientras hubiese temor de que fuese atacada la población de Isla Mujeres, 16 de diciembre de 1852. AGEY, Poder Ejecutivo, Sección Ayuntamiento, Serie Correspondencia.

7. Padrón de Isla Mujeres y su Municipio, Yucatán 1866. AGEQROO, Archivo Histórico, Sección Consulta Especial, Documentos y Libros íšnicos del Siglo XIX, Caja 1, Exp. s/f.

8. Ancona, Eligio, Historia de Yucatán. Desde la época más remota hasta nuestros dí­as, Tomo IV, Gobierno del Estado de Yucatán, 1917, PP: 370-371

9. Sullivan, Paul, ¿Para qué lucharon los mayas rebeldes? . Vida y muerte de Bernardino Cen, Universidad de Quintana Roo, 1998, PP. 56-57

10. Pérez Alcalá, Felipe, Ensayos Biográficos, Cuadros Históricos, Hojas Dispersas, en La Revista de Yucatán, 1914, P. 226

11. Mací­as Zapata, Gabriel Aarón, La Pení­nsula Fracturada, CIESAS / Porrua, 2002, PP. 96, 97, 111, 306

12. Padilla Ramos, Raquel, Yucatán, fin del sueí±o yaqui, Gobierno del Estado de Sonora, 1995, P. 52

13. Molina, Olegario, Algunos datos acerca del Nuevo Territorio Federal, AGN, Ramo Gobernación, Sección 4ª, caja 759, Expediente 2, en Quintana Roo Textos de su Historia, Tomo II, de Lorena Careaga Viliesid, Instituto de Investigaciones Dr. José Marí­a Luis Mora, PP. 27-29

14. De la Vega, José Marí­a, Informe Administrativo rendido a la Secretarí­a de Gobernación por el Jefe Polí­tico 1903, AGN, Ramo Gobernación, caja 761, s/e.

15. Sánchez, Pedro C. y Salvador Toscano, Informe rendido por la Comisión Geográfico Exploradora de Quintana Roo al Secretario de Fomento, Secretarí­a de Hacienda, 1918, P. 46

16. Diccionario Histórico y Biográfico de la Revolución Mexicana, Tomo VII INEHRM, 1992, P. 592

17. Cesar Dachary, Alfredo, Estudios Socio Económicos Preliminares de Quintana Roo, Sector Pesquero, CIQROO, 1986, PP. 36-37

18. Ibidem

19. Informe sobre curso de mejoramiento docente, 1934, ver AHSEP, CEDOC / UQROO / AGEQROO

Graciela Machuca

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