35 cosas que cualquier hombre puede hacer para apoyar el feminismo

0

14234739667_8cb64f6514_z

www.golfxsconprincipios.com

”La mayorí­a de los hombres hacen muchas cosas todos los dí­as que directa o indirectamente contribuyen a una cultura de desigualdad de géneros.

En Facebook un amigo enlazó un artí­culo llamado 20 Tools for Men to Further Feminist Revolution (2o herramientas para hombres para avanzar en la revolución feminista). Aunque le gustó la lista, notó (acertadamente) que la mayorí­a de las sugerencias eran bastante académicas. Este amigo, como yo, un intelectual, por lo que este comentario no es una crí­tica al artí­culo original. Es sólo que las herramientas prácticas y las herramientas académicas tienen diferentes espacios en el mundo.

Sus comentarios me animaron a crear una lista con herramientas más prácticas. La mayorí­a de los hombres —particularmente los hombres que se benefician de muchas maneras de los privilegios estructurales— hacen muchas cosas en su vida diaria que contribuyen directa o indirectamente a una cultura de desigualdad de género. Incluso hombres que apoyan el feminismo en teorí­a no lo hacen nada bien al aplicar el feminismo en sus actividades diarias.

La lista incluye sugerencias sobre herramientas prácticas que todos los hombres pueden aplicar en su vida diaria para alimentar la igualdad en sus relaciones con las mujeres, y contribuir a una cultura en las que las mujeres se sientan con una carga menor, menos inseguras y más respetadas.

Parte de vivir en una sociedad patriarcal es que los hombres no son socializados para pensar sobre cómo sus costumbres y actitudes daí±an a las mujeres. La lista está pensada para empujar  a los hombres a pensar consciente y personalmente sobre los efectos directos e indirectos que tienen sobre las mujeres y a pensar más sobre cómo pueden contribuir al feminismo a través de sus prácticas vividas, diarias.

Las herramientas de la 15 a 27 son de Lindsay Ulrich. Las otras son de Pamela Clark.

La lista no prentende ser exhaustiva o exclusiva. Algunas cosas en la lista se aplicarán a unos hombres más que a otros, pero si eres un hombre y humano te garantizo que hay al menos un área de la lista en la que puedes mejorar. ¡Si piensas que hay algo que se nos ha olvidado, dí­melo! ¡Si piensas que algo en esta lista es problemático, hablemos sobre ello!

1. Haz el 50% (o más) de los trabajos de casa.

Tienes que hacer siempre tu parte de trabajos domésticos, por voluntad propia, sin procrastinar, sin que te lo tengan que pedir. Sin poner excusas. Reconoce que nuestros hábitos domésticos y las ideas que hemos internalizado sobre el trabajo doméstico no remunerado está muy marcado por el género y beneficia inmensamente a los hombres y acepta que es tu responsabilidad luchar contra eso. Si feminismo es la teorí­a, fregar los platos es la práctica. La semana que viene apunta cuánto trabajo doméstico haces comparado con las mujeres con las que vives y toma nota de dónde hay un reparto justo o injusto.

2. Haz el 50% (o más) del trabajo de apoyo emocional en tus relaciones í­ntimas y con tus amistades.

Reconoce que las mujeres son desproporcionadamente responsables del trabajo emocional y que ser responsable de eso roba tiempo y energí­a de cosas que ellas encuentran satisfactorias.

3. Consume productos culturales producidos por mujeres.

Sea lo que sea lo que te interesa —cine francés, astrofí­sica, béisbol, ornitologí­a— asegúrate de que las voces de las mujeres y los productos culturales de las mujeres tienen representación en lo que consumes. Si no lo haces, haz un esfuerzo para buscarlas.

4. Déjales espacio a las mujeres.

Muchas mujeres caminan por la calle —especialmente por la noche o solas— sintiéndose en riesgo e inseguras. Estar fí­sicamente cerca de un hombre desconocido puede exacerbar ese sentimiento. Reconoce que no es un miedo irracional de las mujeres, visto cuántas han sufrido acoso o abuso o se les ha hecho sentir inseguras por hombres cuando están en espacios públicos. Reconoce también que no importa que si eres o no el tipo de hombre al que una mujer debe tener miedo, porque una mujer en la calle no tiene manera de saber si eso sobre ti es cierto o no.

Ejemplos: Si hay un asiento libre en transporte público junto a un hombre, siéntate ahí­ en lugar de en uno junto a una mujer. Si estás andando solo en una calle oscura cerca de una mujer, cruza la calle para que ella no tenga que preocuparse de si la estás siguiendo o no. Si una mujer está sola en el andén del Metro, ponte a cierta distancia de ella.

5. … pero métete en los espacios en los que puedes usar tu masculinidad para interrumpir el machismo.

Ejemplos: Cuestiona a los hombres que hacen comentarios y bromas machistas. Si ves a una amiga en un bar/fiesta/metro/dondesea y te parece que está incómoda mientras un hombre está hablando con ella, llámala de manera amistosa para darle a ella la oportunidad de ”escapar» si quiere hacerlo. Si ves una situación en que una mujer parece estar angustiada en la compaí±í­a de un hombre, ponte lo suficientemente cerca para que se note que estás ahí­, observa la situación y estate preparado para pedir ayuda si hace falta.

Cosas como esta puede ser muy difí­ciles, incómodas y complicadas de saber cómo hacerlas, pero vale la pena intentarlo de todos modos. Que te sientas momentáneamente incómodo es un intercambio justo a cambio de que una mujer se sienta más cómoda.

6. Cuando una mujer te dice que algo es machista, créela.

7. Aprende sobre el consentimiento sexual y asegúrate de que se comunica el consenso de una manera clara y sin ambigí¼edades en tus relaciones sexuales.

8. Sé responsable con la contracepción.

Si estás en una relación en la que la contracepción es necesaria, ofrece usar métodos que no tengan riesgos para la salud de las mujeres (uso de hormonas, cirugí­as, etc) y considéralas las opciones preferidas. Si tu pareja tiene un método preferido en particular, déjala que sea ella quien toma esa decisión sin cuestionarlo o quejarse sobre ello. No lloriquees por usar condón y responsabilí­zate de comprarlos y de tenerlos a mano si ese es el método que vas a usar.

Hazte responsable de los costes relacionados con la contracepción. Las mujeres ganan menos que los hombres, y tienen que asumir todo el riesgo fí­sico del embarazo. Además, en los casos en que la contracepción supone cierto riesgo fí­sico, prácticamente siempre son las mujeres quienes deben asumir ese riesgo. Como un gesto que equilibre un poco esa diferencia, los hombres heterosexuales deben costear el 100% de los contraceptivos.

9. Ponte la vacuna del Virus del Papiloma Humano.

Si eres un chico joven, póntela. Si tienes un hijo joven, asegúrate que se la pone. Ya que las mujeres son las que son afectadas desproporcionadamente por las consecuencias del VPH, es algo justo que los hombres deban ser quienes asuman al menos el riesgo potencial de vacunarse (Estoy absolutamente a favor de las vacunas en general y no creo que haya realmente riesgos serios, pero esto es una cuestión de principios).

10. Sé avanzado con los apellidos (siendo anglosajón).

Si tu y tu pareja decidí­s que la institución del matrimonio es algo que queréis hacer, haz que tanto ella como tú conservéis vuestros apellidos. Si tener un apellido común con tu cónyuge es importante para ti, ofrécete a cambiar tu apellido y considera esto una opción preferible a que ella cambie el suyo.

11. Si eres padre, comparte la responsabilidad al 50%.

Ofrécete a tomar la baja por paternidad y quedarte en casa y cuidar de tus criaturas cuando aún son jóvenes. Divide las responsabilidades con tu descendencia de manera que hagas por lo menos la mitad del trabajo y asegúrate de que está dividido de tal manera que tanto tú como tu pareja tenéis una cantidad de tiempo similar también para jugar con tu prole.

12. Presta atención y cuestiona las situaciones informales en que se fuerzan roles de género.

Por ejemplo, si estás en un evento familiar o una cena de fiesta con la familia, presta atención a si son sólo/mayoritariamente las mujeres las que están preparando la comida/limpiándose/encargándose de los bebés mientras que los hombres están socializando y de relax. Si es así­, cambia la dinámica y pí­dele a los otros hombres que hagan lo mismo.

13. Sé consciente de las diferencias implí­citas y explí­citas de poder entre géneros en tus relaciones í­ntimas/domésticas con mujeres…sea tu pareja, miembros de tu familia o colegas de piso.

Esfuérzate para darte cuenta de las diferencias estructurales de poder basadas en raza, género, orientación sexual, edad (y el resto). En las situaciones en que te beneficias de esos desequilibrios estructurales, edúcate a ti mismo sobre el privilegio que tienes y busca manera de crear un equilibrio más justo del poder. Por ejemplo, si estás conviviendo con tu pareja y tú eres quien tiene más ingresos, aprende sobre la divergencia salarial entre hombres y mujeres y trabaja para dividir los recursos laborales y económicos dentro de la casa de una manera que aumente la autonomí­a económica de tu pareja.

14. Asegúrate de que la honestidad y el respeto guí­an tus relaciones románticas y sexuales guí­an tus relaciones con las mujeres.

La manera en que tratas a las mujeres con quienes te relaciones es un espejo de tus valores sobre las mujeres en general. No es válido que abraces la teorí­a feminista pero trates a tus parejas como un trapo.

15. No seas un espectador que no interviene del machismo en internet.

Cuestiona a las personas que hacen, dicen o publican cosas machistas en internet, especialmente en redes sociales.

16. Sé responsable con el dinero en tus relaciones domésticas/románticas.

Debes saber que siendo irresponsable con el dinero, esto inevitablemente tiene un impacto en tu pareja y puesto que las mujeres hacen menos dinero en general (y viven más aí±os), es un asunto feminista.

Por ejemplo: Tus números rojos en la tarjeta de crédito/despilfarro/ludopatí­a tiene un impacto en su sustento y futuro económico. Comparte el llevar las cuentas, hacer las declaraciones de impuestos y las tareas económicas personales, y sé abierto y honesto con la gestión del dinero en casa.

17. Sé responsable de tu propia salud.

Los hombres van a su centro de salud menos que las mujeres, y cuando lo hacen, es a menudo con la insistencia de las mujeres en su vida. Para tener una vida larga y sana en pareja tú y tu pareja debéis ser responsables de vuestra propia salud, dándote cuenta de los cambios y tomarlos en serio. Puesto que depende una persona de la otra, la salud a largo plazo es también su salud a largo plazo.

18. No des ”repasos con la mirada» o hagas comentarios sobre las mujeres (por ejemplo, deja tu lengua dentro de la boca y los comentarios para ti mismo).

Aunque las mujeres son mas propensas a vestir ropa más provocativa que los hombres, no les des ”repasos visuales» porque quieres hacerlo y puedes. Aunque encuentres atractivo a alguien, hay una linea entre notarlo y ser baboso/poco respetuoso. Hace que se sienta incómoda a quien se mira así­ como cualquier mujer consciente del ”repaso» o de los comentarios.

19. Presta atención a las personas expertas en sexo y figuras destacadas te presentan la información en los medios de comunicación.

Cuando veas especialistas en televisión, o escribiendo, etc, date cuenta de lo a menudo que esa información viene de hombres y, al menos, pregúntate en qué serí­a diferente la perspectiva de una mujer.

20. Asegúrate de que algunos de tus héroes y gurús son mujeres.

21. Alaba en público las virtudes y logros de las mujeres en tu vida

En conversaciones cotidianas y en cualquier comunicación en general, habla con otras personas de manera positiva sobre las mujeres que conoces. Sugiere a tus amigas para proyectos, trabajos y colaboraciones con otras personas que conoces.

22. Sé alguien í­ntegro con tus amigos. (por ejemplo, no seas el ”colega»)

Cuando un amigo tuyo está haciendo algo machista (siendo un padre irresponsable,  hablando mal de las mujeres, mirando insistentemente a las mujeres, gastando a escondidas el dinero compartido, mintiendo a su pareja, etc) sé í­ntegro y dile algo a tu amigo. No es suficiente con pensar que está mal; haz que sepan que piensas que es algo que está mal.

23. No trates a tu pareja como alguien que se está quejando todo el rato. Si lo hace, es porque probablemente tiene razones para quejarse.

24.  Que sepas que ser consciente de que tus opiniones y estereotipos son machistas no es suficiente. Haz algo para cambiarlo.

25. Sé amigo de mujeres.

Si no tienes amigas mujeres, pregúntate por qué y haz algunas amigas. Asegúrate de que son relaciones auténticas, importantes. Cuanto más os cuideis y os relacionéis mutuamente, más posibilidades de estar haciendo algo por crear una sociedad más igualitaria.

26. Busca mentores/lí­deres mujeres (por ejemplo, trabaja para mujeres)

Si estás buscando mentor o quieres ser voluntario en una organización, hazlo en una organización de mujeres o dirigida por mujeres. Que sepas que hay muchas cosas que puedes aprender de las mujeres en cargos de responsabilidad.

27. Cuando estés en una relación emocional, hazte responsable de los eventos y fechas especiales asociadas con tu familia.

Recuerda los cumpleaí±os, aniversarios y eventos importantes de los miembros de tu familia. No le dejes a tu pareja el trabajo de enviar tarjetas de felicitación, hacer las llamadas, organizar reuniones, etc. Es tu familia y por lo tanto tu responsabilidad acordarte, cuidar y mantener el contacto.

28. No ”supervises» la apariencia de las mujeres.

A las mujeres se les enseí±a a internalizar normas de belleza intensamente restrictivas desde que son nií±as pequeí±as. No hagas o digas cosas que hacen a las mujeres sentirse que no están cumpliendo esas normas, o las presiones para que las cumplan. Al mismo tiempo, tampoco es feminista el hacer o decir cosas que presionan  a las mujeres para que usen su cuerpo para resisitirse a esas normas si no quieren. Reconoce que hay sanciones sociales importantes para las mujeres que desobedecen las normas de belleza y no se debe poner en ellas la expectativa de que se comporten como mártires y acepten esas sanciones si no quieren.

Si según tu estética personal o ideales crees que ella lleva demasiado maquillaje o demasiado poco, si se depila demasiado o no lo suficiente, no es asunto tuyo cómo las mujeres deciden que sea su cuerpo.

29. Ofrécete a acompaí±ar a tus amigas si tienen que ir a su casa andando solas por la noche… o en un espacio público en el que es probable que no se sientan seguras.

Pero no seas demasiado insistente con el tema ni te comportes como el Máximo Caballero por hacerlo.

30. Inyecta feminismo en tus conversaciones diarias con otros hombres.

Si tu padre no hace su parte de trabajo doméstico, comenta con él por qué es importante. Si tu amigo engaí±a a su novia o habla negativamente de ella, habla sinceramente con él sobre que respetar a la mujeres con quienes tienes una relación emocional es parte de respetar a las mujeres en general. Habla con tus hermanos más jóvenes e hijos sobre el consentimiento sexual.

31. Si tienes tendencia a comportarte inapropiadamente hacia las mujeres cuando estás bajo la influencia de drogas o alcohol, no consumas drogas o alcohol.

32. Sé consciente del espacio fí­sico y emocional que ocupas, y no ocupes más espacio del que necesitas.

Haz un reparto justo del ”espacio aéreo» en las conversaciones, entrega en las relaciones todo lo que puedas, no te sientes con tus piernas muy abiertas de manera que otras personas no puedan sentarse cómodamente a tu lado, etc

33. Haz lo que tienes que hacer respecto a la diferencia de salarios.

Las mujeres aún ganan el 77% de lo que ganan los hombres. Si estás en una posición en la que económicamente puedes hacerlo, considera donar un 23% de tus ingresos a causas orientadas a la justicia social. Si el 23% te suena como un montón, eso es porque es un montón y es también un montón para las mujeres que no tienen la elección de poder prescindir de ese dinero o no.

34. Acostúmbrate a tratar tu masculinidad como un privilegio involuntario en el que debes trabajar para ceder en lugar de que la feminidad sea una desventaja involuntaria en la que deben trabajar las mujeres para superarlo.

35. Autoidentifí­cate como feminista.

Habla del feminismo como una idea natural, normal, indiscutible, porque debe serlo. No te escondas y uses términos como ”humanista» o ”aliado feminista», que refuerzan la idea de que la palabra ”feminista» da miedo.

– See more at: http://www.golfxsconprincipios.com/lamoscacojonera/35-cosas-que-cualquier-hombre-puede-hacer-para-apoyar-el-feminismo/#sthash.NJiEWFiI.dpuf

Graciela Machuca

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *