Ley de protección animal, falta de ética polí­tica en Congreso de Quintana Roo

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Graciela Machuca Martí­nez

El 9 de diciembre de 2014 se publicaron en el Periódico Oficial del Estado de Quintana Roo las reformas a le Ley de Protección y Bienestar Animal, la cual, como muchas otras leyes no fueron respetadas por omisión y complicidad de las mismas autoridades. 

Ignorando la Ley de Justicia y la de Cultura indí­gena, y por que la gente del centro del estado, los Mayas no fueron tomados en cuenta ni se investigaron las consecuencias para votar por una Ley ajena y distante de nuestras raí­ces y tradiciones culturales. 

Las controvertidas reformas aprobadas por quienes integran la XV Legislatura de Quintana Roo serán letra muerta, porque tendrán que ser «reformadas» en un periodo extraordinario que se sacaron de la manga a menos de un mes y medio de que concluya funciones la Legislatura.

Mientras se estaba a la espera de que el Poder Ejecutivo realizara los trámites del proceso legislativo que aún faltaban, como es la promulgación y su respectiva publicación, diversas voces de la sociedad quintanarroense manifestaron su inconformidad por la falta de profesionalismo y consensos polí­ticos para aprobar la ley de referencia por parte de los legisladores locales, por lo que ahora tienen que dar marcha atrás poniendo en entredicho la seriedad del Congreso.

Hasta el dí­a 15 de julio no se habí­a publicado en el Periódico Oficial de la entidad, por lo que Eduardo Martí­nez Arcila, presidente del Congreso anunció que se convocará a un periodo extraordinario de sesiones para modificar la reforma, luego de escuchar a quienes si quieren que en Quintana Roo se maten toros y gallos de pelea por diversión.

La XV Legislatura de Quintana Roo pasará a la historia por sus ocurrencias, porque primero aprobaron la ley y luego se sacaron de la manga una serie de foros, por lo menos en Felipe Carrillo Puerto y en José Marí­a Morelos, dizque que para consultar a la ciudadaní­a.

La ignorancia de estas mujeres diputadas y de estos hombres diputados ya raya en el cinismo y en la burla para el pueblo que les paga sus onerosos salarios, pues de acuerdo a las etapas del proceso legislativo, primero se consulta a la ciudadaní­a y luego se discute, analiza y aprueba una ley.

Desde luego que sí­ sé y conozco muy bien quien es el diputado Luis Ernesto Mis Balam, quien se sacó la loterí­a al quedarse como propietario, luego de que a José Esquivel Vargas le dieran la candidatura a la presidencia municipal de Felipe Carrillo Puerto, pero eso no le quita que sea un representante popular improvisado que solo representa los intereses del grupo polí­tico al que pertenece, por ello el pueblo maya no está dentro de sus prioridades.

Al foro, fuera de tiempo, que se realizó en Felipe Carrillo Puerto, asistieron Eduardo Martí­nez Arcilla, Luis Ernesto Mis Balam y Gabriela Angulo Sauri, sin embargo, no dio la cara la diputada plurinominal Panista Eugenia Solí­s Salazar, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso, quien presentó la referida iniciativa de reformas de ley, en otros momentos y de manera privada se reunión con algunos dignatarios mayas para justificar sus aberraciones legislativas.

Ya les quedan solo algunas semanas a los diputados y diputadas de la XV Legislatura del estado de Quintana Roo y no por ello, sus integrantes se dignan a realizar un trabajo legislativo que se les agradezca, que realmente respete los derechos de los animales.

La aprobación de dichas reformas fue resultado de un trabajo improvisado para cumplir con la lí­nea de alguien, quien desde el poder decidió ”prohibir» las corridas de toros y peleas de gallos, no por una conciencia de respetar la dignidad de los animales o por un compromiso ético de evitar el sufrimiento de un ser viviente y sintiente, sino para ajustar cuentas con algunos empresarios del espectáculo. 

Solo podrá ser una hipótesis, pero muy pronto empezarán a salir los hilos que conducirán a los verdaderos motivos que llevaron a la Legislatura a votar a favor de las reformas y que ahora tendrán que dar marcha atrás.

Si su interés fuera en realidad defender la integridad de los animales, hubieran realizado un diagnóstico serio sobre el maltrato animal en todo el estado de Quintana Roo, donde las especies acuáticas, como los delfines, son las que sufren mayor estrés, explotación y maltrato, pero eso claro….no distraí­a tanto la atención en la zona maya.

A todas luces los diputados y diputadas sacaron una Ley llamada de Protección y Bienestar Animal, dirigida solo a un sector de la población, lo que la hace obsoleta e inconstitucional.

Graciela Machuca

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