Mando íšnico y retos de la seguridad pública en Quintana Roo
Necesariamente Incómoda
Graciela Machuca
La incidencia delictiva en Quintana Roo ha rebasado los límites de la media nacional por lo que urge que se tomen acciones gubernamentales en materia de Seguridad Pública, a la par de políticas públicas que sean producto de un científico y adecuado diagnóstico de lo que sucede en la entidad, por lo que la consolidación del Mando íšnico Policial la única opción viable por el momento y para ello se tienen que tomar en cuenta las buenas y malas experiencias que esta figura institucional ha tenido tanto en la práctica en otras entidades como en el ámbito normativo.
El reto es enorme en Quintana Roo para brindar seguridad pública a los residentes y a los millones de visitantes que pasan por este territorio anualmente y solo con voluntad política y profesionalismo se podrá salir adelante. En este momento ya no se valen las improvisaciones, los experimentos o salidas con fines electorales, es urgente actuar con visión de Estado, con actitud demócrata, de lo contrario se pondrá el riesgo la actividad turística y la entidad pasará a formar parte de centros turísticos de fama mundial que hoy los agobia la violencia como Acapulco y Los Cabos.
Cancún y los demás municipios de Quintana Roo que tienen vocación turística no pueden vivir en la zozobra por la inseguridad y para ello se debe hacer causa común, hacer un binomio: los tres órdenes de gobierno con la sociedad.
Para que esta fórmula tenga resultados positivos se requiere de la intervención y compromiso de los poderes Judicial y Legislativo, de la Fiscalía General del Estado, de los ayuntamientos, del sector comercial y de servicios, así como de las dirigencias y de la militancia de los partidos políticos, ya no se trata de un proyecto solo del gobierno, sino de toda la sociedad quintanarroense, porque ya estamos en una etapa crítica y no se puede tapar el sol con un dedo.
Además de voluntad política, recursos humanos y económicos, se requieren de acciones inmediatas para atender un asunto grave y urgente que el gobierno estatal ha decidido hacerle frente con el llamado Mando íšnico Policial, el cual para que arroje, los resultados esperados debe pasar del discurso mediático a las acciones producto de un complejo diagnóstico.
A pesar de que durante los últimos sexenios la figura del Mando íšnico no ha tenido la eficiencia requerida, ni el apoyo institucional y normativo que han exigido las condiciones sociales del país, los proyectos en materia de políticas para Seguridad Pública que tiene el próximo gobierno federal contemplan darle prioridad como una forma de enfrentar esta tarea. Además, diseí±adores y operadores de la idea durante los gobiernos de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojoza, estarán en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública que opera hoy en día en el país y que volverá a ser secretaría de Estado cuenta con la metodología y con información suficiente para la instrumentalización a nivel estatal, dejar a un lado esos recursos sería un error para cualquier gobierno.
Hay que recordar que la Secretaría de Gobernación, a través del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), ”integró un diagnóstico de las policías preventivas de cada entidad federativa con el objetivo de dar a conocer el estado que guardan y realizar recomendaciones que les permitan mejorar las condiciones de seguridad de su población, con base en las capacidades de cada entidad y con el acompaí±amiento permanente de la Federación»
Esto se dice en el documento Modelo í“ptimo de la Función Policial con fecha 31 de julio de 2018 y con información hasta el 30 de abril del mismo aí±o.
Los diagnósticos utilizados para este análisis fueron elaborados a partir de la información proporcionada por las entidades federativas respecto a los siguientes diez indicadores, cuyos estándares reflejan requerimientos mínimos en la materia:
1. Estado de fuerza mínimo.
2. Evaluación de permanencia y programa de depuración policial.
3. Certificado íšnico Policial.
4. Actualización en el Sistema de Justicia Penal.
5. Academias o Institutos de formación policial.
6. Mejora de las condiciones laborales para el fortalecimiento del Desarrollo Policial.
7. Comisión del Servicio Profesional de Carrera.
8. Comisión de Honor y Justicia.
9. Unidades de Operaciones Especiales, Policía Cibernética y Policía Procesal.
10. Protocolos mínimos de actuación policial
De acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el Modelo í“ptimo de la Función Policial fue aprobado por el Consejo Nacional de Seguridad Pública en la XLII Sesión Ordinaria, celebrada el 30 de agosto de 2017, con lo que su cumplimiento se hizo obligatorio para todas las entidades federativas.
Desde entonces, el Modelo ha permitido a las entidades identificar sus principales áreas de oportunidad, definir metas claras y establecer acciones concretas para fortalecer sus capacidades de prevención y combate a la delincuencia, reducir los factores de riesgo de la violencia y dignificar la labor policial.
La actual versión del modelo, constituye la tercera actualización del Diagnóstico Nacional sobre las policías preventivas de las entidades federativas con corte al 30 de abril de 2018.
Así como la mayoría de entidades federativas, Quintana Roo requiere un trabajo de profundidad para reestructurar su sistema de seguridad pública, se tiene que hacer un comparativo entre las buenas y malas prácticas en materia de seguridad pública, en las que, sin duda, la cultura de la participación ciudadana es fundamental.
El diagnóstico para Quintana Roo es preocupante, por lo que ya no hay tiempo que perder, se debe empezar a trabajar, pero ya. Maí±ana será tarde.
Graciela Machuca
