Por la tragedia de los partidos damnificados por el paso del meteoro huracanado Morena que arrasó en el Estado el 1 de julio pasado la polí­tica está vinculada inexorablemente a la concentración de los hechos y circunstancias del pasado y del presente.

Quintana Roo no es un Estado improvisado ni espontáneo, ahora predomina la democracia, Vox Dei, imperando la decisión razonada del sufragio ciudadano que obedece a claros objetivos de naturaleza, identidad y pertenencia manteniendo la mente y la expectativa de la población quintanarroense para que el padecer no sea continuo ni con desasosiego e incertidumbre.

Antes la gente se sentí­a impotente y sin capacidad de reaccionar democráticamente porque se limitaba a lo que se le imponí­a recordando el pasado. Enredada permanentemente en una trama de conflictos, controles y abusos en detrimento del bienestar y progreso. Cada dí­a se reinventaron promesas y anhelos en un cí­rculo vicioso para mantener ocupada la actitud positiva de los quintanarroenses.

Sucedió en Quintana Roo en el proceso 2016 con el resentimiento convertido en factor de identidad que atrajo a la democracia plena al Estado. La decisión electoral dejó de ser individual y se convirtió en colectiva para hacer a un lado al arcaico gobierno priista.

Movidos por el gentilicio que corre en las venas, la unidad se combatió en contra del agravio sufrido en el pasado, a la queja desatendida, a la ofensa a la memoria de la ciudaní­a, hasta llegar al hartazgo, por ello se impuso la democracia vertida en Carlos Joaquí­n González en la elección de gobernador.

El latigazo de desprecio al PRI llegó hasta el proceso 2018 inmerso en el seguimiento del fracaso, salvo honrosas excepciones, como en Cozumel; en los demás el tricolor no emergió del marasmo en el que ha estado inmerso.

En la aldea del PRD solo se tiene dos opciones: -resurgir o morir. No hay manera de que expliquen las derrotas si entre las tribus se desgarran mientras, hubo confusión y desconcierto, que generaron el rechazo del sufragio ciudadano para el objetivo electoral 2018. —Fallido-.

Los ujieres perredistas trataron de mantener cautiva a la población en la coyuntura del concordato partidista con el PAN regodeándose por el triunfo ajeno en el proceso 2016 con las posibilidades y riesgos de cada medida polí­tica manteniendo desgaste permanente con lí­deres y figuras obcecados con el individualismo prefigurando en las contiendas electorales 2018.

El ex dirigente estatal del PRD y diputado local perredista pluri, Emiliano Ramos Hernández, en el combate con premeditada lucha ”cuerpo a cuerpo» e inducida actitud más débil e inútil, se observó desprovisto de una propuesta y oferta de ofensiva electoral y se conformó con vociferar ante tribunales los defectos y errores del recién llamado a la alianza de marras, el cara pálida ex casaca tricolor, José Luis ”Chanito» Toledo Medina.

Finalmente, —ni ”Chanito» ni ”Milo» quedaron en la papeleta de votación-. En consecuencia, —la Joya de la Corona se perdió. Solo les quedarí­a integrarse Morena a propósito de su reciclaje.

En el Congreso del Estado el ex lí­der estatal del PAN y presidente de la Gran Comisión, diputado plurinominal, Eduardo Martí­nez Arcila, í­cono del amasijo de la panaderí­a local, se dedicó a aplicar la preponderancia del presupuesto legislativo, -y nada lo distrajo- por lo cual se llevó por delante acuerdos fundamentales de la alianza -otrora ganadora- para crear imagen de un proyecto omní­modo para su propio interés. -Determinantemente fallido-.

El ahora frustrado candidato a una curul federal plurinominal en San Lázaro actuó por su haber y poder como diputado pluri sin que a nadie rindiera cuentas en desmedro de la propia banderí­a albiceleste ”brincándose las trancas» del concordato que los llevó al triunfo en el proceso 2016. El que tuvo lugar, sin dudas, fue el candidato sin partido Carlos Joaquí­n González.

En el proceso 2018 se alzó con el triunfo el partido Morena, para lo cual el pueblo hubo que solidarizarse en las urnas para estructurar una alternativa factible y consensuada en las que generara fuerza y convicción en la ciudadaní­a quintanarroense capaz de salir del marasmo y ofuscación por los que trataron de someterla atrapándola con elucubraciones y ambiciones individuales como efecto electorero para satisfacer sus propios intereses.

Habrá que forjar un espí­ritu de lucha pueblo-gobierno para darle sentido de realidad con resultados de óptimas consecuencias con un programa preciso y evaluable de bienestar y progreso para los quintanarroenses, con planificación estratégica y claridad en los objetivos y metas.


A los taxistas aún ”no les cae el veinte»

El gobierno sabe por qué hace las cosas y para qué hacerlas por su capacidad y eficiencia con su soberana competencia para gobernar, ejecutar y evaluar. No se deja engaí±ar por falsos sucesos y mucho menos presiones. Eso permite tener preocupación por la gente quintanarroense de a pie para aplicar controles en provecho de sus prioridades para utilizar el transporte público.

Uno de los grandes errores del liderazgo del Frente íšnico de Trabajadores del Volante, FUTV, que agrupa 17 sindicatos de taxistas en el Estado, fue comulgar con el hecho de que el gobierno autorizarí­a las alzas a las tarifas de taxis en un 25 o 30%, no entendiendo la crisis de la población común.

La revisión de las tarifas de taxi tendrá que esperar hasta que sea creado el nuevo Instituto de Movilidad, este instituto será el encargado de evaluar y posteriormente determinar el aumento o no de las tarifas en el Servicio Público de Transporte, según dicta la creada Ley de Movilidad la cual entrará en vigor el próximo 12 de septiembre.

Graciela Machuca

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