Ya tenemos otro reportero: Ricardo Raphael de la Madrid

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Miradas de reportero

Por Rogelio Hernández López

La neta, si me dio gusto leer que ”Desde hace 25 aí±os Ricardo Raphael es reportero y analista» y que además es reciente su primer libro sobre nuestra profesión: Manual de investigación 3.0. Periodismo urgente.

–¡Ah, caray!– Mascullé. Estas si son dos noticias, aunque solo nos interesen a unos cuantos de los pares de actividad. Explicó porqué:

El jueves 28, el colega Gerardo Albarran de Alba, doctorante en ética periodí­stica, compartió desde su muro de Sala de prensa una entrevista de promoción de ese ensayo largo, en forma de libro. de Ricardo Raphael de la Madrid. Comenzó mi asombro.

A Ricardo le conozco desde 1999, aunque nos hemos tratado muy poco. Desde entonces, sé que es un académico con varios tí­tulos acumulados, catedrático del CIDE, activista por la socialdemocracia y como tal fundador y dirigente de minipartidos del mismo perfil. De lo más reciente, son conocidos sus espacios en El Universal como articulista y otro en Canal 11 como conductor; entre otras también tiene la función de Director General del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM.

De ahí­ parte de mi azoro. Es que con toda esa actividad nadie podrí­a imaginarse que Ricardo tuviera la experiencia y habilidades para regalarnos un manual a los periodistas viejos y nuevos, como lo harí­a un reportero consumado. En la entrevista que le hizo Verónica Santamarí­a, él afirma que ese manual ”no es un libro de teorí­a, es un libro de practica». ¿De verás?

Si es periodista

La reportera escribió que ”desde hace 25 aí±os Ricardo Raphael es reportero y analista. Además de ser periodista, escritor y docente…»

La entrevistadora, seguramente por las prisas para redactar, le endilgó las funciones de reportero y periodista en la misma lí­nea o quizá ella sabe que hay periodistas que no son reporteros, pero no lo inverso.

Ricardo se reconoce como periodista en la entrevista y en el libro. Y lo es, como mucha otra gente. Legalmente puede serlo cualquier persona que ejerza su libertad de expresión en México, porque ya lo reconoce el articulo 2 de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas:

”El concepto de periodista incluye a aquellas personas que recaban, generan, procesan, editan, comentan, opinan, difunden, publican o proveen información a través de cualquier medio de difusión y comunicación, ya sea de manera eventual o permanente, lo que incluye a los comunicadores, a los medios de comunicación y sus instalaciones, así­ÌÌ como a sus trabajadores, en tanto que ejercen o

contribuyen a ejercer la libertad de expresión». O sea toda persona puede decirse periodista al amparo de esta ley.

Ricardo sí­ es un periodista con mucho equipaje intelectual. Es licenciado en Derecho por la UNAM; Maestro en Ciencias Polí­ticas por el Instituto de Estudios Polí­ticos de Parí­s, Francia; Maestro en Administración Pública por la Escuela Nacional de Administración (ENA) de la República Francesa; tiene estudios Doctorales en Economí­a Polí­tica y Polí­ticas Comparadas por la Escuela para Graduados de Claremont, California, EU. Su preparación académica lo acredita con demasí­a para ser profesor de asignatura en el Centro de Inverstigaciones y Docencia Económica. (Datos tomados del sitio del Instituto de Estudios para la Transición Democrática).

Libros guí­as

Pero la otra noticia es que este ilustrado académico, avenido en periodista porque escribe artí­culos de opinión y conduce programas del mismo sentido, nos regale un manual para la practica reporteril.

En el capí­tulo 1 de Periodismo urgente, Ricardo nos enseí±a ¿Cómo se elige un tema periodí­stico? Y apunta que ”algunos de los origenes más frecuentes para elegir un tema»… ”No son todos, pero si los más comunes: la intuición, la filtración, el documento, la cobertura diaria, las bases de datos y las redes sociales»…

Mientras leí­a esa docena de páginas del primer capí­tulo del manual de Ricardo, involuntariamente recordé las lecciones que si nos han ofrecido reporteros indiscutibles, por ejemplo Raymundo Riva Palacio que, en sus 47 aí±os como tal, ha obtenido cuatro premios nacionales de periodismo y tres de la Society for News Design, y al que, entre otros libros, le reeditaron hace poco el Manual para un nuevo periodismo. Desafí­os del oficio en la era digital.

Otro de los enseí±antes del oficio de reportear que recordé es Humberto Musacchio, con casi medio siglo de experiencia acumulada, la que combinó con investigaciones profundas de nuestra actividad y le permitió hacer otro libro harto enseí±ante: Historia critica del periodismo mexicano (colección Kiosko).

Riva Palacio reivindica la función del periodista profesional, el reportero, en la era de las nuevas tecnologí­as porque ”este trabajo requiere de técnica y ética, de un método sistematizado y de conocimiento de los aspectos básicos del periodismo».

De las muchas lecciones de Musacchio me quedo con una evocación que hizo en el prólogo del libro Sólo para periodistas (edit Grijalbo): ”se acostumbraba decir en las redacciones que el reportero ocupa el lugar más alto en la escala periodí­stica».

Ser reportero es asumir, como forma de vida, formar parte del nutriente principal del periodismo. El periodismo para serlo, como anotaba Ryzard Kapuscinski –ese otro guí­a del reporterismo–, requiere de la atención y sacrificios las 24 horas del dí­a, actualización permanente y sentirlo como un oficio social para ganarse el respeto y no un como medio para hacerse rico (pags 33-34 de Los cí­nicos no sirven para este oficio, Edit Anagrama).

Como sea pues. Bienvenidos al periodismo profesional de tiempo completo, tanto el manual como la autoincorporación al gremio de reporterismo de Ricardo Raphael de la Madrid. Ya tenemos un poco más de sapiencia y lustre. Mirada de reportero (rogeliohl111@gmail.com) — o —

Graciela Machuca

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