Zona Maya: No cede inundación en la carretera

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FELIPE CARRILLO PUERTO, 18 de junio.- Continúan cerrado parcialmente la carretera federal 307, debido a que el agua que cruza en tres puntos en el tramo de Felipe Carrillo Puerto—Tulum, no ha podido ceder, por lo que únicamente pueden circular vehí­culos pesados, autobuses, camionetas, mientras que vehí­culos compactos han cruzado bajo su propio riesgo, por lo que se espera que en las próximas horas baje el nivel del agua, siempre y cuando no caiga otra lluvia.
De acuerdo a información que se pudo indagar con fuentes oficiales de la Policí­a Federal, división Caminos, se pudo conocer que la carretera federal 307, tramo Felipe Carrillo Puerto—Tulum, aun se mantiene la afectación por el cruce de agua sobre la ví­a, y en uno de estos tramos el agua todaví­a mantiene hasta los 60 centí­metros y en otros puntos hasta mayor altura.
Ante esta situación, solamente puede circular vehí­culos grandes, como tráiler, camiones tipo Torton, camionetas, autobuses, e incluso algunas combis, se ha aventurado cruzar, pero los que han tratado de pasar uno de los tramos con un mayor nivel de agua sobre la carretera se han quedado varados, pero aun así­ los conductores pese a que son informados del riesgo que representa se adentran al agua y ahí­ quedan tirados los vehí­culos, finalmente tienen que sacarlo empujado.
Se espera que de no caer otras lluvias, el nivel de agua sobre la carretera empiece a bajar, pero hasta el momento se mantiene parcialmente cerrado. Situación que ha venido a perjudicar a las personas que trabajan en la zona norte, principalmente en la Riviera Maya, dado que las combis de pasaje han cancelado su viaje por esta zona debido a la inundación que se tiene en la carretera.
Por lo que se han visto largas filas de personas esperando tomar el autobús en la terminal que se ubica en el centro de la ciudad, e incluso por la maí±ana más de un centenar de personas esperaban su turno para abordar las unidades de pasaje para poder viajar, e incluso la fila de personas casi cubrí­an una cuadra.

Graciela Machuca

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