Violencia, falta de liderazgo

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POR ESTO

Falta de liderazgo, de coordinación entre corporaciones y falta de voluntad polí­tica, entre otros aspectos es lo que mantiene hoy a Cancún en medio del fuego cruzado entre grupos delictivos que se disputan la plaza, aseguran expertos en materia de seguridad.
Además, el hecho de que las corporaciones policí­acas de los tres niveles de gobierno estén infiltradas por el crimen organizado, facilita aun más, la ola de violencia que ha dejado hasta ahora, casi 200 ejecutados en lo que va de este aí±o.
Cancún está en la mira internacional, no sólo por sus playas y el mar turquesa, sino por la escalada de violencia que se vive desde el aí±o pasado, la cual lejos de disminuir; sigue incrementándose dí­a con dí­a.
Según expertos en materia de seguridad, actualmente no existe un verdadero liderazgo en la entidad, que permita enviarle un mensaje claro y contundente a la delincuencia, y evitar que sigan llenando de sangre las calles de esta ciudad y otras de la zona norte y hasta el sur del estado.
”El paí­s está sumido en la peor delincuencia, el paí­s es un estado fallido, la primer función de un estado es mantenerse a sí­ mismo, si no puede mantenerse a sí­ mismo, es un estado fallido. En el tema de seguridad, es un tema fallido. Aquí­ pasó algo similar, llega un gobierno nuevo, en este caso el estatal y el municipal, entonces, un grupo delictivo estaba esperando la oportunidad de poder entrar y le abrieron las puertas», seí±ala un exjefe policí­aco.
Son los cuerpos policí­acos los que atienden el número de emergencias 911, tienen ojos en todas partes, cuentan con la estructura completa de los municipios y los estados.
Lo preocupante -aseguran los expertos- no es el hecho de que haya ejecuciones diariamente entre grupos delictivos antagónicos, sino que en muchos de estos enfrentamientos, ví­ctimas inocentes han quedado en medio del fuego cruzado y esto ha costado ya varias vidas.
Además, el panorama se vuelve aun más desalentador, considerando que una vez que un grupo delictivo logre obtener el control de la plaza, el riesgo de la ciudadaní­a, serí­a entonces ser los próximos blancos.
”Ahorita no hay problema, sí­ tenemos ejecutados, pero no hay problema, porque se están peleando entre ellos. ¿Qué va a pasar? Va a llegar un momento en que cuando ya no se estén peleando, ahora sí­ van a secuestrar a la ciudadaní­a, a los empresarios. La delincuencia organizada no es asociación de beneficencia, van a buscar dinero, a controlar el aeropuerto».
Con más errores que aciertos, autoridades de los tres niveles de gobierno comparten hoy la responsabilidad de lo que ocurre diariamente y que mantiene a la ciudadaní­a e incluso a los visitantes nacionales y extranjeros en medio de un clima de inseguridad que pone en peligro al principal destino turí­stico de México.

Policí­a Federal
La Policí­a Federal no ha logrado tener un control en cuanto a vigilancia y patrullaje.
Fueron dos aí±os los que se cubrió la cuota de género, con dos mujeres al frente de la corporación en el estado, contando con la Gendarmerí­a como agrupación ”estrella» que llegó a Cancún con muy altas expectativas.
Lejos de ello, la Gendarmerí­a se dedicó a patrullar la zona hotelera y a acciones de proximidad social, dejando del lado el combate a la delincuencia, sobretodo, la relacionada con delitos federales de alto impacto.
Y ahora, con un hombre al frente, y con la presencia de Fuerzas Federales, los resultados siguen siendo mí­nimos, pues los elementos enviados a Cancún ni siquiera conocen el territorio y ni se enteran de los reportes que surgen cada dí­a.
Su actividad se limitada a acudir a los sitios donde ocurren los hechos delictivos, cuando las zonas ya están acordonadas por la autoridad municipal y ministerial.

Policí­a Estatal Preventiva
La Policí­a Estatal Preventiva (PEP) no existí­a en Cancún y su presencia se limitaba a la seguridad externa del Centro de Reinserción Social.
Fue hasta después del ataque al centro nocturno ”Blue Parrot» en Playa del Carmen y a la Vicefiscalí­a de la Zona Norte en Cancún, cuando se enviaron refuerzos a la zona norte del estado.
Y ahora, con mayor presencia en Cancún, las acciones de la Policí­a Estatal en el combate a la delincuencia, también ”brillan por su ausencia».

Marina y Ejército
En el caso de la Marina Armada de México y el Ejército Mexicano, sus acciones se limitan a brindar apoyo a las corporaciones policí­acas, al momento de realizar operativos de recorridos o en algunas raras ocasiones cuando hay detenciones de personas ligadas a grupos delictivos.
Esto, debido a que la Ley de Seguridad Interior sigue en debate y por ello, la instrucción es no ir a ningún lado, si no van acompaí±ados de una autoridad civil.

Policí­a Ministerial
La Policí­a Ministerial se encuentra en una crisis que inicia dentro de la misma Fiscalí­a General del Estado, pues incluso tuvieron que ir a un paro de labores para que su situación laboral tuviera mejoras.
Durante varias semanas, los agentes ministeriales dejaron de acudir a los reportes de hechos delictivos sin ”relevancia» para ellos, pues sólo se limitaban a ir cuando se trataba de un ejecutado o lesionados por arma de fuego, pues no contaban ni con gasolina para sus recorridos.
Además, en las mismas investigaciones que la autoridad ministerial mantiene abiertas por los hechos delictivos que se registran diariamente, hay elementos en activo que han sido relacionados con actividades ilí­citas.
En ”narcomantas» que han sido colgadas en distintos puntos de la ciudad y en los ”narcomensajes» que han sido dejados en los cuerpos de los ejecutados, ha habido seí±alamientos contra policí­as ministeriales, acusándolos de formar parte de las narconóminas de los grupos delictivos.
Peor aún, destaca el hecho que la Fiscalí­a General del Estado se ha visto sometida, al tener incluso que ofrecer disculpas públicas a una persona, que de ser victimario y coautor de una múltiple ejecución en un bar, pasó a ser ”ví­ctima» del sistema.

Policí­a Municipal
En el caso de la Policí­a Municipal, el problema es mayor, pues como seí±alan los expertos, son los que tienen un mayor control de la ciudad aunque gran parte de la corporación se encuentra al servicio del crimen organizado.
Prueba de ello fue la detención reciente de tres elementos en activo, que participaron en el ”levantón» de cuatro personas de origen colombiano en diciembre del aí±o pasado, para después entregarlos a un grupo delictivo.
Uno de los colombianos fue encontrado decapitado, con el rostro desollado y con los genitales en la boca, dos dí­as después de haber desaparecido, mientras que de los otros tres (dos hombres y una mujer) no se ha sabido nada hasta ahora.
Los policí­as cobraron dos rescates por los cuatro colombianos, prometiendo a sus familiares en su paí­s de origen que los liberarí­an, situación que nunca se dio.
En varias de las investigaciones iniciadas por las ejecuciones que diariamente se registran, existe registro de la participación de policí­as municipales, investigaciones que se mantienen estancadas.
Además, a esos aspectos se suma el hecho de que hay un gran déficit de patrullas, gasolina para los recorridos y personal asignado a cada uno de los cuatro distritos en los que decidieron dividir la ciudad; eliminando la sectorización que se manejó por aí±os.
Según información de los mismos elementos, son alrededor de 36 elementos para cubrir cada distrito, lo cual está por debajo del mí­nimo, si se toma en cuenta que hay dos distritos que cuentan con un mayor número de regiones y población.
En sí­ntesis, ”todo mundo está simulando. Si no hay liderazgo, no hay nada. No tienen fuerza ninguna, lo de la Fiscalí­a fue un reto al estado muy fuerte y esperarí­as por lo menos una respuesta contundente y no la hubo.
Claro que hay esperanza de que esto mejore, pero para que eso pase, se necesita: voluntad polí­tica, coordinación total, trabajo de inteligencia y trabajar sobre objetivos; solo así­ se puede lograr», seí±alan los expertos.
Y toda esta falta de coordinación, falta de voluntades, falta de estrategias, tiene a Cancún hoy con 194 ejecuciones hasta ahora, y tan solo han transcurrido cinco meses, por lo que de continuar la tendencia, muy pronto se rebasará la cifra de ejecuciones del aí±o pasado; que alcanzó un máximo histórico de 227 ejecuciones.

Graciela Machuca

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