POR ESTO

TULUM, 20 de febrero.- El equipo del Gran Acuí­fero Maya, aparte del descubrimiento de la conexión entre cuevas, que se convirtió en la cueva inundada más grande del mundo a Sac Actun con 347 kilómetros de largo, ha hecho hallazgos arqueológicos de igual forma aumentaron 98 de un total de 100 con que contaban, entre los que se encuentran restos de dos humanos.
Durante 30 aí±os un grupo de más de 100 exploradores han trabajado en el proyecto que terminó con el hallazgo de la conexión entre cuevas, que se convirtió en la cueva inundada más grande del mundo, Sac Actun.
Pero igual como parte de la exploración lograron descubrimientos arqueológicos, pasando de 100 a 198, de estos 138 son de la época maya y el resto corresponden a la era del Pleistoceno; esto de acuerdo con el director doctor Guillermo de Anda y jefe de exploración Robert Schmittner.
Se encuentran entre los recientes hallazgos restos de dos humanos, uno de estos un esqueleto muy bien conservado, pese a que las partes se encuentran dispersas y a larga distancia de la entrada a la cueva de donde se han mantenido por miles de aí±os, en tanto el otro cráneo concrecionado está en un proceso de estudio, debido a que está unido a una roca.
Esto deja entrever que se requirieron muchos aí±os de lluvia y de goteo encima de él, empero la cueva en la que fue encontrado, está inundada desde hace 8 mil a 10 mil aí±os aproximadamente.
Estos hallazgos se anexan a dos restos más que fueron encontrados en esta zona antes de este proyecto, uno en el Cenote Pit y otro más en el Cenote Hoyo Negro. Este último es un individuo femenino popularmente’ conocido como Naia, que tiene una antigí¼edad de 12 mil 600 aí±os. Estos cinco restos dicen son muy importantes porque probablemente son individuos tempranos, precerámicos.
Otro de los hallazgos arqueológicos, probablemente dedicado al dios maya del comercio (Ek Chuah, también del cacao y de la guerra) consiste en un cenote dentro de una cueva, al cual se accede a través de una escalera que llega al nivel del agua.
Al centro del cenote hay un montí­culo aparentemente natural que hace las veces de una isla, al centro de la cual se encuentra una vasija ofrendada. Debajo del agua puede verse una gran cantidad de restos de cerámica, entre los que se incluye partes de un incensario Chen Mul, con la imagen de Ek Chuah.

Graciela Machuca

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