Grave daí±o a la imagen turí­stica QR

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POR ESTO

La explosión del barco Caribe 1 en el muelle de Playa del Carmen en Solidaridad, impactó la imagen turí­stica de Quintana Roo de nueva cuenta y en todo el mundo.
Portales de información de Estados Unidos, Inglaterra así­ como de Sudamérica dieron cuenta de lo sucedido la tarde del miércoles en el municipio de Solidaridad con la referencia principal de turistas heridos.
De hecho, la embajada de Estados Unidos en México indicó la noche del miércoles que estaba al tanto de que siete estadounidenses resultaron heridos, mientras que la sede diplomática de Canadá dijo que no habí­a recibido reportes de que alguno de sus ciudadanos haya sufrido lesiones.
La Embajada de Estados Unidos de igual manera indicó que los turistas recibieron atención médica adecuada al ser trasladados a un hospital privado, sin embargo, no se aventuró a determinar la condición de cada una de las ví­ctimas.
Mientras tanto, el gobierno municipal de Solidaridad sí­ detalló mediante un comunicado que las ”ví­ctimas sufrieron cortaduras menores y fueron trasladadas a un hospital para recibir tratamiento».
”Hay personas lesionadas por esquirlas con cortaduras pequeí±as. No hay heridos de gravedad ni pérdidas que lamentar. Ninguna vida está en peligro», fueron las palabras de Cristina Torres, alcaldesa del lugar.

Terror, con esa palabra se describe la explosión en EU

Para los portales de información americanos, el naví­o de la empresa Barcos Caribe quedó con un enorme agujero del lado de estribor junto a un área para pasajeros.
La gran explosión fue atrapada en una cámara de seguridad que apuntaba hacia el muelle.
”Imágenes dramáticas muestran la explosión enviando una bola de fuego y escombros volando hacia los lados del ferry mientras estaba amarrado al muelle con personas cercanas», sostienen los medios americanos.
Y agregan, ”La explosión envió una bola de fuego a través del muelle, que a su vez provocó que los restos volaran hacia los lados, informó Sky. El incidente ocurrió cuando la gente bajaba del ferry, que opera entre Playa del Carmen y la isla de Cozumel. Poco después de la explosión, las ambulancias se dirigieron al muelle».
Uno de los puntos que se destacan dentro de la información vertida por todo el mundo, en torno al asunto, es que los informes iniciales aún no determinan las causas del accidente.
De igual manera sostienen que los turistas aterrorizados fueron enviados a toda prisa en busca de refugio a medida que las lluvias de escombros caí­an sobre sus cabezas y el humo se elevaba en el aire.
Hasta el momento la Embajada de Estados Unidos únicamente ha emitido el reporte de los heridos. En tanto el sector hotelero y turí­stico de Cancún y la Riviera Maya, lamentaron los hechos.
Lo anterior se debe a que una vez más, y de manera abrupta, la imagen del principal estado turí­stico del paí­s es vulnerada por un hecho relacionado con violencia y caos, como lo ocurrido con la explosión del barco Caribe 1 de la empresa Barcos Caribe.
Asimismo, solicitaron a las autoridades en Quintana Roo a detallar bien el hecho y establecer una investigación clara y precisa que lleve a encontrar las causas de la explosión del naví­o.

Los excesos de Apiqroo

La solicitud va encaminada a determinar realmente las causas y no seí±alar por seí±alar. Esta situación se debe a que la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo, Apiqroo, se apresuró a sostener las causas del accidente.
La dependencia estatal confirmó en un boletí­n que se habí­a tratado de una falla mecánica, mientras que la Fiscalí­a General de Justicia del Estado, recién abrió la investigación de los hechos.
Más aún, la dirección operativa de Barcos Caribe -naviera ligada a la familia del exgobernador Roberto Borge-, seí±aló que las condiciones de sus naves están en condiciones normales y estables, por lo que explicó que no se trató de una falla mecánica.
Cabe seí±alar que la Apiqroo ha actuado de esa manera desde el inicio de la administración estatal con el llamado gobierno del cambio. Alicia Ricalde ha sido seí±alada por excesos dentro de la dependencia.

Graciela Machuca

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