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COZUMEL, 15 de noviembre.- Estuvo a punto de ocurrir una tragedia al naufragar un barco con 95 pasajeros europeos. El agua empezó a entrar por la popa, cubriendo la mitad del barco ante unos aterrorizados visitantes que se refugiaban en lo que quedaba de la cubierta exterior. La pronta intervención de prestadores de servicios turí­sticos del ramo náutico, coadyuvó a que no hubieran lesionados o que ocurriera una fatalidad, al final se rescataron a todos los turistas.
Momentos de pánico vivió un grupo de turistas alemanes procedentes del crucero Mein Schift, al momento de dirigirse hacia el club de playa denominado Isla de la Pasión a bordo del catamarán de nombre ”Mazú», con matrí­cula 23041529343. Personal de la Capitaní­a de Puerto perteneciente a la Secretarí­a de Marina, comunicó de manera extraoficial que esta embarcación pertenece a la empresa que explota comercialmente el punto turí­stico conocido como la Isla de la Pasión y que lleva el mismo nombre. Según desde muelles para cruceros recogen turismo para llevarlo hacia el club de playa bajo su administración en la zona norte.
Datos preliminares, indicaron que alrededor de las nueve de la maí±ana, dicha embarcación se encontraba en un punto en el litoral que paralelamente colindaba con el kilómetro 4 de la zona hotelera norte, cuando repentinamente el agua empezó a entrar por la popa, (parte trasera del naví­o), siendo presa del miedo, los turistas que estaban el interior y que buscaron donde resguardarse.
El mar que presentaba un oleaje fuera de lo habitual, sin llegar a ser de olas tan altas, entró por la popa de la cubierta baja del barco, haciendo que los 95 pasajeros subieran a la cubierta principal a la intemperie, conglomerándose arriba de la proa porque la popa empezaba a hundirse, al entrar las olas que en un momento cubrieron la mayor parte de la cubierta bajo techo.
El capitán del catamarán, del que no se dio el nombre, pidió apoyo por el canal de radio banda marina, a la tripulación de las demás embarcaciones que estuvieran cerca al tener en cuenta que al menos de un kilómetro se ubica la marina natural Banco Playa.
Paralelamente se dio parte a la Estación Naval de Búsqueda y Rescate (Ensar) de la Secretarí­a de Marina Armada de México, cuyas instalaciones se ubican a unos siete kilómetros de distancia al estar enclavadas en la extensión de la avenida Rafael E. Melgar, que conecta al camino que conduce hacia la zona hotelera sur.
Varias embarcaciones de turismo náutico particulares llegaron al punto, además de las dos embarcaciones rápidas BR-35 y BR-36 de rescate del Sector Naval, y enseguida los pasajeros provistos con sus chalecos salvavidas empezaron a ser trasbordados a las embarcaciones de voluntarios, dependiendo la cantidad que pudiera llevar cada lancha, y que al final salí­an con seguridad para ser desembarcados en el muelle Aldora situado en pleno malecón, en la Rafael E. Melgar entre Adolfo Rosado Salas y 3 Sur, a una cuadra de la terminal marí­tima Puerta Maya, donde se encontraba atracado el crucero alemán.
No hubo lesionados, solamente cundió el temor entre las 95 personas que se predisponí­an a pasar unas horas de esparcimiento y terminó en un susto. La pronta respuesta de los prestadores de servicios de turismo náutico ayudó para que no hubiera saldo rojo y es que el oleaje de la zona agregó una dosis de complejidad a las labores de rescate; sin embargo, todos los turistas salieron ilesos, según el informe.
Una vez que la embarcación quedó libre de pasajeros, dos barcos de la naviera Ultramar, llegaron al lugar para remolcar a la nave averiada, que fue atada quedando en medio de ambas embarcaciones, color amarillo. Se colocaron boyas en los costados de ”Mazú», para evitar roces directos que pudiera daí±ar los cascos de las tres naves, y fue remolcado hacia la marina seca de la empresa Meridiano 87, situada a escasos metros del muelle de carga en la zona Sur.
Estas acciones fueron seguidas de cerca por las dos embarcaciones del Sector Naval, que coordinaban el traslado sobretodo, porque pasarí­an frente a la marina Banco Playa, igual frente al muelle San Miguel, donde no solamente se tiene operaciones de barcos hacia Playa del Carmen, sino también actividades del sector náutico enfocado al turismo; y el último punto serí­a el muelle para barcos de carga.
Una vez en Meridiano 87, la grúa conocida como Travel Lifth, fue operada para que sus bandas sustrajeran del mar a la ”Mazú», para que los dueí±os de la empresa a la que pertenece, comenzaran las actividades de inspección de los pontones y de las bombas de achique con la finalidad de conocer el origen del hundimiento.
Una fuente de la Capitaní­a de Puerto ventiló que trataban de averiguar la veracidad de una información en el sentido de una inundación en uno de los pontones del catamarán, que pudiera haber provocado que perdiera estabilidad y flotabilidad, aunque no es una versión oficial, sino una surgida de la misma instancia.

Graciela Machuca

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