PVEM incompetente ante inseguridad en Cancún

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El ataque a la Vicefiscalí­a General de Justicia de Quintana Roo es el punto máximo de la sangrienta disputa por la ”Plaza de Cancún», por parte del narcotráfico, en el principal destino turí­stico del paí­s y que ha puesto en jaque a los tres niveles de gobierno.
Los diarios POR ESTO! advirtieron, desde el aí±o pasado, como las ejecuciones donde están involucrados los grupos criminales del Cártel de Sinaloa, comandado por Leticia Rodrí­guez Lara ”Doí±a Lety», ”el Cártel de Jalisco Nueva Generación», la organización del ”Cártel del Golfo» y ahora de ”Los Zetas de la vieja escuela» y ”Los Pelones» extensión del cártel de los Beltrán Leyva; era una bomba de tiempo que ha explotado en el estado más importante en materia de turismo.
Hoy de nuevo una reunión interinstitucional de urgencia máxima, realizada en un hotel de la Zona Hotelera, concentró a altos mandos del Ejército, la Marina, Policí­a Federal, Fiscalí­a General del Estado, al presidente municipal Remberto Estrada Barba y al gobernador Carlos Joaquí­n González.
Pero, en el marco de esa reunión, se encuentra latente el proteccionismo, complicidad e impunidad polí­tico- policí­aca de corporaciones que mantienen con células criminales que han rebasado los lí­mites de seguridad y que se ha expuesto a lo largo de una cadena de ejecuciones en ciudades, regiones y en el mismo corazón de la Zona Hotelera de Cancún, en donde no hay castigo, sólo impunidad.
Y este proteccionismo se viene arrastrando desde hace más de cuatro sexenios, en donde la premisa de complicidad, se puede palpar con minimizar los hechos y establecer el mí­nimo de recursos económicos a través de canalizar presupuestos menores a las necesidades reales de las corporaciones de seguridad asentadas aquí­.
Luego de la tragedia y ante la evidente complicidad y mí­nima capacitación de nuestros cuerpos policí­acos, hoy reaccionan con un despliegue operativo, que incluye recorridos, arribo de un mayor número de efectivos de la Policí­a Federal, incluso de vigilancia en la caseta de cobro de la autopista Mérida-Cancún, con elementos militares, lo que no disminuye el temor latente en la sociedad y con graves afectaciones a nuestra principal actividad económica, el turismo.
La cual, ha sido severamente daí±ada su imagen, de destino vacacional seguro, con afectaciones colaterales que empezaremos a resentir en las semanas siguientes, dado el efecto negativo que ha causado esta inédita tragedia. Hoy nadie está seguro en este destino vacacional, dado que los ajustes de cuentas se suscitan a cualquier hora del dí­a y en cualquier punto de la ciudad o de la zona vacacional, lo que ha afectado severamente a los turisteros, quienes cierran sus negocios en tempranas horas de la noche, por el temor de ser alcanzado por las manos del crimen organizado.
Así­, la explosión ha sido letal. El ataque perpetrado a los edificios de las principales corporaciones policí­acas del principal destino turí­stico del paí­s, por más de 30 sicarios en plena tarde de Cancún, dejó al descubierto la impunidad y corrupción que dejaron crecer las narcocélulas en varios frentes por parte de los cuerpos de seguridad, pertenecientes a los tres niveles de gobierno.
Este crecimiento del crimen organizado tiene su principal bastión en las corporaciones policí­acas. Desde la Policí­a Municipal, la estatal así­ como la Fiscalí­a General de Justicia y la Policí­a Federal a través de la Gendarmerí­a, las narcocélulas actúan sin obstáculos y con total impunidad y excesivo proteccionismo.
Actualmente, el crecimiento significa guerra en el paraí­so del Caribe mexicano. Esta batalla se hizo evidente en los últimos dí­as. Este martes un peligroso grupo armado atacó las oficinas de la Vicefiscalí­a General del Estado y provocó una larga jornada de pánico en calles y avenidas del centro de la ciudad y de varias plazas comerciales que quedaron vací­as ante el terror que se habí­a desatado, producto de las balaceras que suscitaron en diversos zonas y avenidas de la ciudad.
El motivo la venta de la plaza a diversos grupos del narcotráfico, quienes hoy reclaman el respeto a los acuerdos que valen millones de pesos, que reparten a diversos efectivos policí­acos y que hoy sin control alguno responden al mejor postor, ante la falta de control o complicidad de las altas esferas del poder polí­tico.
Apenas, en la madrugada del lunes en Playa del Carmen, a 70 kilómetros de Cancún, un tiroteo en el bar Blue Parrot provocó la muerte a 5 personas y heridas a otras 15.
Los diarios POR ESTO! han advertido con anticipación que se trata de una batalla por una de las zonas de narcotráfico más importantes del paí­s.
La advertencia fue ignorada. Hoy hay guerra

Los diarios POR ESTO! han publicado constantemente, cómo se ha dado el crecimiento del crimen organizado. Uno de los últimos seí±alamientos es puntual en torno a lo que sucede en materia de seguridad.
Cancún es el principal destino turí­stico, y de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones de 2016 seí±ala que en este balneario y en Playa del Carmen el consumo de marihuana y cocaí­na es mayor al promedio nacional.
Y el gubernamental Centro de Integración Juvenil de Quintana Roo (que combate adicciones) seí±ala que el 17,8% de los trabajadores del sector turí­stico toman algún tipo de estupefaciente.

«Narcomenudeo»

Los grupos con presencia en Cancún y el resto de la Riviera Maya, la franja costera de Quintana Roo, son ”Cártel de Sinaloa/Doí±a Lety», ”Zetas de la vieja escuela», ”Cártel del Golfo» y Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG)» así­ como ”Los Pelones» extensión del grupo criminal de Los Beltrán Leyva. En distintos momentos estas organizaciones han sufrido divisiones que a su vez formaron sus propias bandas o se aliaron con grupos locales.
Por ello el Caribe mexicano vive una ola de violencia por disputa de carteles de narcotráfico.
Así­ de grave, el problema de Cancún y que en general es cada vez mayor la violencia en las calles.

Hasta ahora imparable

Desde los aí±os 90 la región es una de las principales puertas de entrada de drogas enviadas desde Sudamérica, las cuales eran arrojadas desde avionetas hacia el mar.
Este método se le conocí­a como «bombardeo» y fue muy común en esos aí±os.
Desde los aí±os 90 la región es una de las principales puertas de entrada de drogas enviadas desde Sudamérica. Aunado a esta modalidad el traslado desde Colombia, de cargamentos de cocaí­na, a través de lanchas Eduardoí±o con dos motores fuera de borda y tres narcomarinos, convirtieron desde entonces a las costas quintanarroenses como La ruta del Caribe, y principal trampolí­n para almacenar y embarcar para su traslado, ví­a terrestre, a la zona norte del paí­s y teniendo como destino final la zona este de los Estados Unidos.
Lo que propició, que Quintana Roo, se convirtiera en la joya de la corona de la geografí­a de territorios dominados por los grandes cárteles, quienes como segundo paso inundaron los principales destinos turí­sticos, de drogas sudamericanas, iniciando con ello disputas sangrientas por el control de la importante plaza. Siempre protegidas por cuerpos de seguridad de los tres niveles de gobierno, lo cual dio paso a la entrada de otras modalidades del crimen organizado, como el cobro de piso, el secuestro, la extorsión y el lavado de dinero a gran escala, en diversos puntos de la pení­nsula.

Ola de ejecuciones desde el 2014 a la fecha

Aunque las autoridades y el sector privado han intentado minimizar la violencia, las ejecuciones han crecido en número significativamente en el Caribe mexicano, desde el aí±o 2014 a la fecha, sin que se haya investigado o resuelto alguno de estos hechos violentos.
En estas ejecuciones están involucrados los grupos criminales ”Los Pelones» extensión del cártel de Los Beltrán Leyva; una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación contra el ”Cártel del Golfo» Los Zetas de la vieja escuela y un personaje que hasta hace menos de un aí±o, no se sabí­a a ciencia cierta de su crecimiento y presencia en este destino turí­stico, Leticia Rodrí­guez Lara ”Doí±a Lety», quien goza de la protección y el apoyo del Cártel de Sinaloa, que se están disputando el mercado al menudeo de la drogas y el control de la plaza.
Por ello es que la situación de violencia en la entidad ha escalado y rebasado a las autoridades de los municipios de la entidad, por ejemplo, el ”Cártel de Jalisco Nueva Generación», (CJNG) ha estado muy activo en Benito Juárez, Bacalar y Playa del Carmen, donde han aparecido narcomantas donde anuncian la supuesta llegada a la zona y amenazan de muerte a los lí­deres del ”Cártel del Golfo», (CDG) y a las autoridades ligadas a sus enemigos.
Autoridades del gobierno estatal y federal saben de la problemática, sin embargo, existe una amplia complicidad, pues los policí­as están involucrados directamente con el crimen organizado, tal y como ha dado cuenta puntualmente los diarios POR ESTO!
Es por esta razón que en los últimos aí±os el narcotráfico en toda esa zona ha tenido un crecimiento exponencial. El aí±o pasado se recrudeció la guerra entre los cárteles de la droga por el control de Cancún y Playa del Carmen para la venta de drogas y estupefacientes. Se sabe además que hoy figura una nueva organización criminal y el paraí­so se ha convertido en un infierno.

Por Esto

Graciela Machuca

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