Experta sueca en educación: Se debe exigir más a los alumnos

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Sin dudarlo, Inger Enkvist se declara defensora de la educación tradicional y es consciente de que la afirmación causa controversia. Ella cree que antes habí­a mayor exigencia para el alumno y más autoridad del profesor. Considera que las libertades de hoy, le hacen un mal ”difí­cil de curar» a nií±os y a jóvenes.

Enkvist es catedrática de la Universidad de Lund, en Suecia; ensayista y asesora del Ministerio de Educación sueco. Visitó Costa Rica para impartir charlas y se reunió con autoridades del Ministerio de Educación Pública.

¿Cuánto pesa el maestro en la educación?

«Es el factor más importante y esto lo dicen todas las investigaciones. Es más importante que la inversión en sí­, que el programa. Lo que se puede discutir es esto: no es más importante que los padres. Los padres son el factor más importante, pero, dentro de los factores que la sociedad puede controlar, el maestro es fundamental. Es muy importante cómo se elijan los maestros y el tipo de formación que se les da».

 

¿Qué implicaciones tiene la mala formación de un maestro?

«Es muy serio, y se puede ver en el informe PISA. Los docentes cuyos alumnos tienen bajos resultados, son los que tienen bajo nivel de formación. El gran reto para hacer subir el nivel de educación de un paí­s, es hacer subir el nivel de los maestros, porque el nivel de los alumnos depende del nivel de los maestros».

¿Cómo podrí­amos describir a un maestro ideal?

«Debe ser una persona inteligente, tener muchos conocimientos de todo tipo, deber ser alguien que lee mucho para poder entusiasmar a los alumnos sobre la lectura. En cuanto a la tecnologí­a, el maestro debe saber usar el Internet, el correo electrónico, aplicaciones, pero ( la tecnologí­a) es menos importante de lo que la gente piensa (…) Hay grandes mitos a propósito de la tecnologí­a y aprendizaje».

¿Cuáles?

«Es falso que la tecnologí­a mejora el aprendizaje. La tecnologí­a no enseí±a comprensión de lectura, vocabulario, ni pensamiento lógico en un nií±o o joven. El que ya tiene vocabulario y pensamiento lógico puede utilizar exitosamente el Internet, pero los nií±os que no tienen vocabulario, están perdidos con Internet».

 

¿Qué deberí­a privilegiarse en la aulas, la memoria o práctica?

«Ambos. Durante los últimos aí±os se ha hablado mucho de la práctica, lo cual esta muy bien, pero se ha olvidado de que la práctica necesita la memoria (…) Se ha hecho una caricatura de lo que es memoria. Se ha pensado que obligar a los alumnos a aprender de memoria es aburrido y se van a olvidar en seguida, no tiene por qué ser así­. Normalmente, cuando enseí±amos algo es porque es valioso, le va a ser útil y grato al nií±o y le va a servir para siempre. ¿Por qué denigrar la memoria?».

¿Cómo funciona el sistema educativo en Suecia?

«Hemos introducido algunas reformas no tan buenas, por eso cuando hablo de sistemas educativos que funcionan bien, tomo el ejemplo del paí­s vecino que es Finlandia que ha manejado mejor la educación. Ellos lo han hecho cuidando el nivel de los docentes, los finlandeses han guardado el prestigio de la educación, atraen a los mejores docentes.

El gran éxito de un alumno finlandés es que siempre tiene adelante un profesor bien formado, desde el comienzo de la educación primaria. Solamente los mejores obtienen plaza en la formación y muy pocos se van. Los alumnos, cuando se relacionan con personas cultas tienen tendencia a interesarse por aprender y eso ayuda en el aprendizaje. Después oyen hablar a estas personas y les entra una parte de los conocimientos casi sin que se den cuenta porque oyen hablar a ese buen profesor. En Finlandia, en general, los padres apoyan la educación. Si un nií±o llega a casa y se queja de la maestra, en general, los padres lo piensan dos veces antes de tomar partido por el hijo, primero se enteran de lo que han pasado».

En Costa Rica, hay enormes debilidades en la formación de docentes ¿corresponde a las universidades llenar vací­os o al Ministerio de Educación?

«Es mejor aceptar a los profesores que uno quiere tener en el sistema y formarlos lo mejor posible (…) Eso de aceptar a personas por debajo de lo que uno desea, no es ni práctico ni en tan económico como se podrí­a pensar».

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Se ha discutido sobre la autoridad del docente. Por ejemplo, no puede decomisar un teléfono celular que interrumpe la clase.

«Creo que eso es una equivocación. Pero Costa Rica no es el único paí­s, hay muchos paí­ses que están dudando, los celulares son algo nuevo. Los paí­ses con un alto nivel de rendimiento, prohiben los celulares en el colegio. Si vienen con el celular lo dejan y lo recogen en la tarde, al salir.

El celular distrae, los alumnos están pendientes de mensajes, correos. Lo que necesita el alumno es tranquilidad, concentración. Como profesor, si uno está explicando, se ha preparado, intenta explicar algo difí­cil, haces lo mejor que puedes y ves que el alumno está con el teléfono, es exasperante, es un insulto al profesor y a los contribuyentes que pagan la educación de ese joven».

En el paí­s se da la oportunidad a alumnos que pierden una materia de adelantar las del aí±o siguiente, mientras aprueba la que falta ¿es conveniente?

«El alumno debe pasar esas materias para poder continuar porque las materias se basan las unas en las otras. ¿Cómo construyes un edificio sin construir la primera planta? ¿Cómo va a estudiar un alumno problemático un curso más difí­cil, además del que no ha aprobado? Se le debe obligar a estudiar en vacaciones para no perder las materias y el aí±o, pero dejarlo pasar es un tipo de chiste».

Recientemente, la Organización de Naciones Unidas (ONU) recomendó eliminar las tareas escolares ¿usted que opina?

«Ningún paí­s con buen resultado ha eliminado las tareas escolares, es un tipo de juego. Se pueden eliminar, pero el paí­s va a quedar con un bajo nivel educativo. Es muy negativo para los alumnos más flojos porque son los que más necesitan tareas para estar al mismo nivel que los demás».

Tenemos un examen que procura evaluar los conocimientos del colegio en seis materias (bachillerato). ¿Es esta una buena forma de medir?

«Todos los paí­ses con un alto nivel de conocimiento tienen pruebas de bachillerato, de revalidación. Hay que hacer las pruebas lo más inteligentes posible, su efecto en los alumnos y en el sistema, depende de cómo se hagan».

¿Se deben eliminar?

«No, pero posiblemente hay que mejorar el tipo de prueba. De ninguna manera es inútil tener una prueba de repaso de los conocimientos, porque eso los refuerza. Las personas que quieran eliminar las pruebas (de bachillerato), creen estar al lado del estudiante, pero están al lado del estudiante que no quiere estudiar. Pero la escuela es para estudiar. Es un tipo de populismo congraciarse con los jóvenes sin pensar en el bien de ellos, ni de la sociedad, ni en la inversión de los contribuyentes para que estudien estos jóvenes».

¿Cómo serí­a la prueba ideal de bachillerato?

«Una parte de conocimientos pero, también, una parte de utilización de los conocimientos. En el caso de idiomas, puede haber un poco de traducción, redacción, conversación. Se debe utilizar lo aprendido. En Matemáticas, lo que han aprendido como tareas, pero también algún tipo nuevo de ejercicio para usar lo aprendido de una manera nueva. Esto se puede hacer en todas las materias. Los paí­ses queremos que los jóvenes estudien, porque somos sociedades de conocimiento. Pero, cuando se trata de exigir que un joven o nií±o tenga un conocimiento, dudamos, nos parece que eso es mucho pedir».

¿Están los jóvenes y nií±os en capacidad de que se les exija?

«Sí­. Los adultos nos estamos comportando como esos padres de familias ricas del pasado que mimaban a sus hijos y después eran unos inútiles porque no se les habí­a exigido nunca nada. Ahora, hacemos eso en todos los niveles sociales.

Nos estamos equivocando, queremos a nuestros hijos pero no mostramos ese amor de una manera adecuada. Hay que aceptar cierta frustración en la vida, lo que los padres intentan hacer en la escuela, es evitar toda frustración, todo fracaso, toda exigencia, pero la vida contiene bastantes frustraciones y es mejor enseí±arles a manejarlas. Es muy importante, es como en el deporte, saber perder, si uno no sabe perder, no debe continuar».

¿Se debe permitir el uso de tabletas y teléfonos en nií±os? Esto influye en su educación

«Se deben poner lí­mites en el uso de los aparatos electrónicos. Antes se decí­a que el problema de la igualdad en la educación, era tener acceso a diferentes cosas. Hoy en dí­a, los padres que logran una buena educación son los que saben poner lí­mites y prohibiciones a sus hijos. Los nií±os que tienen padres que puedan decir que no, van a ser los más educados, serán los casos exitosos en el futuro. Los nií±os perdidos que tienen mal pronóstico, son los que han podido jugar de manera continua, comer de manera continua, tomar Coca Cola de manera continua, estar sentados de manera continua, con exceso de comodidad y de entretenimiento. Los estamos echando a perder y no se qué terapias vamos a tener que inventar para salvarlos más tarde porque esto no puede terminar bien».

¿Cuáles son las debilidades y fortalezas de la educación en Costa Rica?

«Lo que he oí­do es que serí­a muy importante promover la lectura. Se dice que se lee muy poco en alumnos, padres y profesores. También se debe trabajar en la formación de los maestros. La selección de la formación de los ,maestros como algo muy importante. Esto no es un problema solo de Costa Rica».

¿Considera que la educación tradicional se debe mantener?

«La palabra tradicional pone los pelos de punta a muchas personas. Estoy de acuerdo en la educación tradicional porque lo que necesita un joven es educación y conocimientos básicos.

Está bien cierta autodisciplina del joven, aprender a moverse en un grupo, contestar de manera cortés, poner atención, estar en un foro público, esto se aprendí­a en la escuela tradicional, donde el maestro tení­a autoridad.

Ahora se les está permitido a los nií±os y jóvenes moverse mucho, salir del aula, llegar tarde, jugar con el teléfono en clase. Salen de ahí­ sin haber adquirido esa disciplina interna que necesitaran en la vida adulta. Por consentir esas conductas, le estamos haciendo un mal muy difí­cil de curar a los jóvenes».

Graciela Machuca

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