Al Vaticano, la lista de obispos mexicanos solapadores de pederastas

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En lo que constituye un hecho inusitado, este mes el Papa Francisco ordenó la creación de un tribunal especial en el Vaticano para juzgar a quienes hayan protegido a curas pederastas. En México, uno de los hombres que más ha luchado contra el flagelo de los abusos sexuales perpetrados por sacerdotes es Alberto Athié. En entrevista, dice ya tener la lista de los jerarcas católicos del paí­s que caen en ese supuesto: la encabeza el arzobispo primado Norberto Rivera Carrera, defensor de Marcial Maciel.

Mí‰XICO, D.F. (Proceso).- Ante la inminente apertura en El Vaticano de un tribunal para juzgar a los obispos encubridores de sacerdotes pederastas —hecho inédito en la Iglesia—, en México ya se tienen la lista y los expedientes de los jerarcas católicos mexicanos enjuiciables por ese delito y que muy probablemente serán denunciados en la nueva instancia.

Encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, dicha lista también incluye a Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de San Luis Potosí­; José Luis Chávez Botello, arzobispo de Oaxaca; Jonás Guerrero, obispo de Culiacán; Marcelino Hernández, obispo de Colima; y Raúl Vera, obispo de Saltillo, entre otros.

Uno de los más combativos luchadores contra la pederastia sacerdotal en México, Alberto Athié Gallo, comenta a Proceso: ”Ahora el Papa Francisco le subió de nivel al reconocer que no solamente existen sacerdotes pederastas, sino también obispos que los protegen. Reconoce la necesidad de procesar a estos obispos encubridores a través de un tribunal exclusivo para ellos. Es algo novedoso, nunca antes visto».

—¿Cuál es aquí­ la estrategia? ¿Ya se detectó a los jerarcas mexicanos que encubren pederastas y podrán ser denunciados en ese tribunal?

—Sí­, claro. Nosotros aquí­ ya tenemos los casos. Tenemos bien identificados a esos obispos. Incluso toda la información y todas las pruebas de sus encubrimientos. Yo llevo aí±os de mantener contacto con las ví­ctimas de abuso sexual, así­ como con sus abogados y con las organizaciones sociales que llevan cada caso. En ese aspecto no hay ningún problema…

Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2017 de la revista proceso, ya en circulación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Graciela Machuca

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