Miradas de reportero: Dos reporteros hiperlocales llamados Salomón

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Por Rogelio Hernández López

Con estos dos reporteros de nombre Salomón, como ejemplos, quiero incitar mayor reconocimiento social y más protección pública para los cientos –quizá miles– de mujeres y hombres que diariamente informan de lo que pasa en sus localidades. Los periodistas hiperlocales, como ellos, son los más agredidos por vulnerables, como indican todos los informes de los últimos diez aí±os.

El nombre de ambos y su parecido fí­sico no son las únicas coincidencias. Todaví­a son jóvenes. Uno, Salomón Hernández León tiene más de 20 aí±os reporteando en la región Huasteca para muchos medios locales y estatales. El otro, Salomón Flores Garcí­a, ya completó quince en la zona náhuatl de Guerrero y también ha laborado para todos los medios a su alcance.

DONDE LAS BANQUETAS SE ESTRECHAN

Los dos Salomón no se conocen entre sí­, pero al igual que cientos de sus colegas locales, han padecido la ira de alcaldes, jefes policiales, lí­deres de movimientos sociales por lo que informan. Y esas reacciones empeoran cada dí­a. En 1980 el columnista Manuel Buendí­a ponderó que en México hacer periodismo local requerí­a ”auténtica valentí­a personal, porque las banquetas son demasiado estrechas para que no se topen de frente, por ejemplo el periodista y el comandante de policí­a de quien aquél hizo la crí­tica en la edición de esa misma maí±ana».

Hace 35 aí±os Buendí­a —asesinado por hacer periodismo—advertí­a que en los estados y municipios ”donde los estrechí­simos cí­rculos del poder local acogotan la economí­a de los editores combativos y pretenden lastrar el desempeí±o de los escritores comprometidos, el ejercicio del periodismo reclama una entereza excepcional… y el grito de un reportero que ha recibido una paliza apenas se escucha afuera de sus propios dientes, si es que aún le quedan».

Los dos Salomón, saben de esto. A diferencia de los reporteros improvisados ellos están preparados académica y profesionalmente para hacer su labor en otros lados, si quisieran. Pero allí­ seguirán, advierten los muy tercos.

EL SALO

A los dos les pedí­ permiso para perfilarlos. A Salomón Hernández León, lo conocí­, desde 2010 durante un Taller de Autoprotección en Huejutla, Hidalgo. Su bonhomí­a y seriedad de trabajo le construyeron confianza entre sus colegas y eso le da capacidad de convocatoria. Sus más cercanos le llaman El Salo.

”Actualmente estoy a cargo de las corresponsalí­as en la Huasteca del diario y la revista Ví­a Libre (Pachuca) y del programa radiofónico Punto por Punto en la Red Hidalgo Radio (Pachuca) para quienes recabo información de interés general y polí­tico, en los siete municipios que conforman la región y dos de la Sierra que son: Huazalingo y Tlanchinol, en el estado de Hidalgo».

Ha trabajado en el Diario de las Huastecas, en Crónica de Hidalgo, canal 2E de Huejutla, Zunoticia, la Opinión huasteca, Gráfico de Martí­nez de la Torre, el Regional de Tlapacoyan, Ver. Fue corresponsal de El Independiente.

Salor es autodidacta y se ha fortalecido con cursos, seminarios, diplomados, conferencias. También ha recibido diplomas y reconocimientos de la logia de la zona, del Colegio de Periodistas de Veracruz, de la Coordinadora de Periodistas de Hidalgo, de la Universidad Autónoma de Hidalgo y la Casa de los Derechos de Periodistas.

De las muchas reacciones enojosas a su trabajo en la zona, recuerda muy bien tres. En febrero de 2011 fue agredido y amenazado por el presidente del Comité Municipal del PAN en Huejutla, Francisco Hernández. Otras dos, en reacción a fotografí­as y notas que publicó sobre el tipo de usos y costumbres abusivas para impartir justicia en la comunidad de Oxtomal, fue vejado en 2006 y por razones similares en 2013 recibió la advertencia de que irí­an por él en masa; tuvo que ser desplazado por la policí­a local y la estatal por riesgo de linchamiento, además se activó el mecanismo federal de protección.

SALO KRUGER

Salomón Flores Garcí­a, es residente de Tixtla, municipio muy cercano a Chilpancingo. Está inscrito en redes sociales como Salo Kruguer, escribió: ”llevo 15 aí±os en el periodismo en radio Universidad; en Guerrero Hoy (ya desaparecido); La crónica de Chilpancingo; Diario Objetivo; Periódico Pueblo; Novedades Guerrero y después Novedades Chilpancingo; Revista Ecos y Expresión; periódico Vértice.

Anotó ser egresado en ciencias de la comunicación de la Universidad Autónoma de Guerrero en 2002, que cursó tres diplomados: periodismo de investigación avalado por la Universidad de la Habana Cuba; de Administración pública y relaciones públicas; el tercero de Literatura.

”Actualmente escribo en la Agencia Periodí­stica de Investigación (API), diario 17. La Revista Proceso y otros me han comprado fotos. Por necesidad de completar ingresos auxilio a colegas con coberturas de mi zona, he sido vocero de candidatos a alcaldes y diputaciones del PRD en la montaí±a baja, también he sido vocero del Ayuntamiento Mártir de Cuilapan.

De sus coberturas locales más difundidas recuerda cuando informó de la desapariciòn del regidor del PT, Cleto Mendoza, el cual fue sacado de su domicilio en una comunidad de Chilapa de Alvarez; otra fue cuando reveló que iban a confiscar la casa del general Vicente Guerrero Saldaí±a y el balneario de Teoixtla por la deuda que dejó el ex presidente municipal Jorge Luis Campos Espiritu.

De agravios, que también tiene mucho que relatar, entresaca dos por reacciones de enojo a sus informaciones: ”tuve la amenaza del Jorge Luis Campos Espí­ritu, (PRI) el cual no le gusto que yo lo evidenciara su doble discurso, falta de trabajo, y anomalí­as en su administración. Ordenó una campaí±a en algunos medios para desacreditarme, pero mi trabajo me avaló, (y cuando el conflicto escalaba) me ayudó que él chocó, al parecer en estado de ebriedad y arrolló unas vacas…» Ahora la relación ya no es tensa entre el reportero y el polí­tico.

Otro conflicto que rememora es cuando le publicaron en la revista Proceso una foto, de una policí­a comunitaria de Tixtla que apunta con una pistola a un policí­a antimotines armado con metralleta. Tal difusión provocó enojos de periodistas que le hicieron campaí±a de descrédito para provocar que los comunitarios ”me quisieran detener y castigar… después de eso me han buscado para que les publique cosas».

¿Que sigue? Pregunté a los dos reporteros Salomón

El de Tixtla respondió: ”seguirme preparando en todo lo referente al periodismo, seguir trabajando aquí­, trabajar en equipo con los compaí±eros periodistas; eso nos dará mucha fuerza y fortaleza, en estos tiempos cada vez más difí­ciles. A la sociedad que aún cree en nosotros no debemos defraudarla: Es justo que le demos un periodismo de altura.

El de Huejutla, coincide en continuar trabajando cada vez con mayor calidad, en la misma zona y casi seguro que ”en un proyecto periodí­stico propio. Ya muy pronto».

El periodismo hiperlocal cada vez más se presenta como una necesidad ante la explosión de informaciones de baja calidad profesional en Internet: Lo paradójico es que, al menos en México, ser periodista local es padecer impunemente las presiones y amenazas que advertí­a Manuel Buendí­a hace 35 aí±os. El periodismo hiperlocal ocurre donde libertad de prensa se encoje más.

Graciela Machuca

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