El pacto de impunidad en México. Entrevista con Edgardo Buscaglia sobre los asesinatos de periodistas

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Nadia y Rubén, dos de las cinco personas asesinadas el 31 de julio, eran conocidos por denunciar los abusos de Javier Duarte, el gobernador de Veracruz. En México, la ciudad a la que llegaron escapando de las amenazas y el hostigamiento, los alcanzó la muerte.

Rubén Espinosa es el periodista número 14 que muere en los 4 aí±os y medio de gobierno de Javier Duarte. Más tres desaparecidos. En todo México, 88 han sido asesinados en 15 aí±os.

Como parte de un proyecto de la asociación Ojos de Perro contra la Impunidad, el 4 de agosto entrevisté al Dr. Edgardo Buscaglia, un prestigiado experto en combate al crimen organizado y la corrupción que ha estudiado los lazos de la delincuencia en México. Esta es la transcripción del video que realizamos, en el que analiza el pacto de impunidad que debe vencer la justicia.

Coizta Grecko y Juanjo Rodrí­guez estuvieron a cargo de la grabación y la edición.

Los homicidios de periodistas están muy vinculados en general, en paí­ses como mexico a motivaciones puramente económicas. O sea tenés a la delincuencia organizada trabajando operativamente con polí­ticos que forman parte de la delincuencia organizada, y hay varios presuntos en Veracruz por ejemplo, en donde viene un periodista de investigación puro como Regina o como muchos periodistas que han sido amenazados y asesinados, por simple entrenamiento y profesión comienzan a intentar responder quiénes están detrás del negocio, puede ser una licitación pública, pueden ser bonos, puede ser la venta de un terreno, en donde un periodista va llegando a nombres. Inmediatamente cuando va llegando a nombres, les llega la información a las células criminales que lo comienzan a amenazar.

El periodista o la periodista valiente y comprometida con su trabajo sigue haciendo preguntas, desde la Cd de Mex o desde Veracruz, muchas veces se refugian en México pero ya la ciudad de México no es un refugio y terminan siendo asesinados por motivaciones puramente económicas, ligadas a delincuencia organizada y corrupción polí­tica.

Toda investigación que intente llegar al meollo de quién fue el presunto responsable y de generar material probatorio es bloqueada por definición. ¿Por qué? Porque en un pacto de impunidad como el de México o el de Rusia, ni bien quieres llegar a un actor polí­tico, y ese actor polí­tico tiene información sobre muchos otros actores polí­ticos, inmediatamente el sistema judicial se cierra.

Bajo ese tipo de condiciones, el pacto polí­tico de impunidad hace que cualquier tipo de investigación que trate de llegar a la esencia del por qué, del quién asesinó a un periodista nunca va a prosperar. Por eso necesitas tener presión internacional y una comisión internacional que esté generando material potencialmente probatorio para que después los jueces mexicanos, bueno, en el mejor de los casos una comisión, un tribunal internacional pueda llegar a investigar y procesar estas causas.

Yo en un caso como México, bajo condiciones ideales tendrí­a que estar proponiendo un tribunal internacional judicial al estilo de la exYugoslavia.

El sistema judicial mexicano está paralizado para cualquier tipo de causa que involucre actores polí­ticos vinculados a delincuencia organizada, está paralizado.

Hay un gran conflicto de interés en los financiamientos de campaí±as polí­ticas en Europa, Estados Unidos y Canadá. No nos olvidemos que todos estos polí­ticos, incluyendo al presidente Obama, se financian a través de empresas que tienen inversiones en México y que no quieren que nada cambie.

Los actores polí­ticos mexicanos les quedan muy cómodos a las megaempresas en el ámbito financiero, en el ámbito de comunicaciones, ahora en el ámbito energético, petrolero, que vienen con cientos de millones de dólares a México. Entonces, esos actores polí­ticos que les está abriendo las puertas a enormes inversiones de estas empresas, y que en el caso mexicano es un extremo de apertura económica, sin condicionamientos, sin regulaciones, sin protección de derechos laborales, les resultan enormemente cómodos a esas empresas que financian campaí±as polí­ticas del presidente Obama, de la futura presidenta Hillary Clinton, si es que gana la elección, entonces, todos esos actores polí­ticos, en Europa, en Estados Unidos, reciben muy buenas versiones, muy positivas versiones de lo que está ocurriendo en México, y reciben un mensaje de condicionamiento: si tú tocas a México, no te financiamos la campaí±a.

Acá tú tienes masacres todas las semanas, periodistas asesinados. En cualquier paí­s como Venezuela o Argentina, donde fueron expulsadas esas empresas, en donde no hay tanto interés económico en juego, los polí­ticos norteamericanos estarí­an levantando los brazos y declarando la inmoralidad del sistema polí­tico venezolano y argentino, cuando no hay tanto interés económico en juego.

En el caso mexicano, existe ese factor económico que hace que México sea el principal prostí­bulo patrimonial de los oligopolios internacionales.

Hasta que surge un escándalo que mueve a las opinión pública europea como fue el caso de Ayotzinapa y lo sigue siendo, y estas empresas y estos polí­ticos ruegan para que el pasaje del tiempo permita que el olvido y la indiferencia vuelvan a prevalecer.

Uno no quiere trazar una teorí­a de la conspiración que parezca ciencia ficción pero es una verdad objetiva que muchos de estos medios de difusión más importantes del planeta están en las manos de estas empresas que yo antes mencionaba, entonces son estos mismo medios de difusión los que colocaban a Enqirue Peí±a Nieto en las portadas de Time como el salvador de México, que es una ridiculez payasezca, que yo, pobre presidente, no tengo nada contra él ni lo conozco, pero no es el salvador ni de su propia presidencia. Tenés esas situaciones ridí­culas que solamente puede ser explicadas por el hecho de que hay un ví­nculo patrimonial importante entre las empresas que son dueí±as de Time o son dueí±as del New York Times o son dueí±as de diferentes periódicos importantes y esas inversiones a las que yo me referí­a que favorecen el estatus quo en México.

Tarde o temprano, como está sucediendo ahora con México, existe una conciencia internacional mucho más aguda de que México está sufriendo una crisis humanitaria con un conflicto armado, técnicamente definido como un conflicto armado.

La sociedad civil mexicana, en cuanto a su reacción ante los abusos del poder, está más organizado y es más reacctiva… más espasmódicamente reactiva que hace 20 o 30 aí±os claramente, en ese sentido hubo un gran progreso. Sin embargo, la sociedad civil mexicana sigue sin institucionalizarse. ¿Qué quiere decir eso? Quiero decir que los diferentes grupos de sociedad civil mexicana se organizan bien para las marchas cuando quieren hacerlo, de manera espasmódica, después de estas grandes tragedias. Pero después, pierden su vuelo porque no están diseí±adas para vigilar a las autoridades.

No están diseí±adas para monitorear desde el suministro de agua, y la corrupción inherente en ese suministro que hay en México, hasta el acceso a la justicia.

En los paí­ses con sociedades civiles más desarrolladas, por diferentes causas, entre ellas la argentina que por causas históricas está más desarrollada, la sociedad civil es más técnica, se arma de instrumentos técnicos para monitorear a la autoridad.

Esas mafias polí­ticas tienen que verme a mí­ como potencialmente más peligroso que yo los veo a ellos, porque si no es así­ te neutralizan o te eliminan en muy poco tiempo. Entonces la sociedad civil solamente puede lograr ese objetivo formando una red operativa internacional en donde si tocas a un grupo mexicano inmediatamente saltan diez, quince, 20 paí­ses al dí­a siguiente, pidiendo una investigación al parlamento europeo, generando mucho ruido de prensa en Londres, en Nueva York… ésa es la única manera de protegerse. Lamentablemente esa red internacional de sociedad civil en México está muy poco desarrollada. Insisto, veo a mucha sociedad civil viajando en primera clase a Europa a dar conferencias, financiados por el gobierno federal de turno o el gobierno del estado, pero no veo a esa sociedad civil endógenamente desarrollada y genuina que sí­ existe pero está muy fragmentada y sin capacitación de monitoreo. En eso tenemos que trabajar mucho más.

FUENTE: http://cuadernosdobleraya.com

Graciela Machuca

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