CAMPAí‘A POR UNA EDUCACION NO SEXISTA Y ANTIDISCRIMINATORIA

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¿Por qué esta campaí±a?

La Campaí±a por Educación no Sexista y Antidiscriminatoria es una articulación plural de organizaciones y personas de la sociedad civil latinoamericana y caribeí±a, en defensa y promoción del derecho humano a una educación pública, laica y gratuita para todas y todos.

Buscamos una educación que construya relaciones de respeto, igualdad y cooperación entre los géneros, que afiance una cultura de derechos humanos y que no valide ni reproduzca estereotipos, prejuicios e inequidades. Una educación que refleje las distintas culturas que conviven en este, nuestro continente, uno de los más ricos y de los más pobres a la vez.

Reconocemos la educación como un derecho humano fundamental, no como mercancí­a ni servicio que se da o se quita a voluntad. Los Estados están obligados a garantizarla.

Somos 566 millones de habitantes desde Tijuana a Tierra del Fuego y si bien se avanzó en la universalización de la educación primaria, aún hoy hay tres millones de nií±as y nií±os que no concurren a la escuela. La paridad entre los sexos en primaria y secundaria era la meta establecida para 2005 por los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Cinco aí±os después de esa fecha, en nueve paí­ses de nuestra región siguen ingresando menos nií±as que varones.

Hace ya 30 aí±os que la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) fue aprobada. No obstante, seguimos recibiendo una educación sexista bajo parámetros pretendidamente universales, ciegos ante las injustas diferencias entre géneros, que contribuyen a la discriminación.

No aceptamos que ser nií±a, pobre, negra, indí­gena o habitante rural, o la orientación sexual, sean condiciones que incrementen las dificultades en el ingreso, permanencia y culminación de los estudios.

Las nií±as sufren con mayor gravedad la falta de oportunidades educativas. Los matrimonios precoces, la maternidad adolescente y los embarazos no deseados, la violencia y los abusos sexuales, el trabajo infantil, el acceso difí­cil a los locales escolares y las tareas domésticas, son algunas de las barreras que se interponen a la educación de las nií±as latinoamericanas y caribeí±as.

No sólo se trata de que asistan a la escuela: queremos conseguir que nuestras nií±as culminen la primaria y que aumente el acceso y la conclusión de la secundaria, cuyo cumplimiento aún no es obligatorio en varios paí­ses de la región. La universalización de la educación preescolar es una tarea pendiente y de primera magnitud. Sin ella se limitan las posibilidades de atención integral de la primera infancia, particularmente de la que vive en situaciones de pobreza e indigencia y limita la inserción laboral de las madres más pobres.

Apuntamos a una escuela que practique el respeto a la diversidad, que deconstruya las bases ideológicas de las violencias que sufren las mujeres de todas las edades, las poblaciones indí­genas y afroamericanas, las personas con discapacidad y quienes optaron por una sexualidad diversa a la de los patrones imperantes. Discriminaciones que junto con la pobreza, son fuente de las mayores inequidades.

La Campaí±a ha llamado reiteradamente la atención a los gobiernos y a la comunidad internacional porque:

Ningún paí­s ha cumplido enteramente con la obligación de garantizar la educación gratuita, laica y universal, con una concepción no sexista y antidiscriminatoria. Las nií±as en América Latina y el Caribe siguen en la escuela bajo parámetros ciegos a las diferencias de género. Si la educación es sexista en los contenidos o en la práctica escolar, la discriminación se perpetúa.

Mediante la campaí±a se busca que los paí­ses:

  • Aumenten sus inversiones en educación; que garantice la educación pública gratuita y obligatoria para todas las nií±as y nií±os; que se inicien programas para frenar y revertir las tasas de deserción escolar de las nií±as, las cuales son muy altas, especialmente en las zonas urbanas pobres, rurales e indí­genas.
  • Fortalezcan y amplí­en las iniciativas dirigidas para extender la educación bilingí¼e entre todas las ciudadanas y ciudadanos, muy especialmente entre las mujeres. En las escuelas de nuestra región, la enseí±anza en las lenguas oficiales aleja a las mujeres monolingí¼es de los procesos educativos formales.
  • Inicien programas para frenar y revertir las altas tasas de deserción escolar de las nií±as, especialmente de las zonas periurbanas, rurales, indí­genas y afrodescendientes.
  • Profundicen la visibilidad y la comprensión sobre desigualdad de género y garanticen contar con estadí­sticas que permitan cruzar datos de etnicidad, género, raza, lugar de vivienda, acceso a otros derechos y además educación. Ser nií±a, pobre, negra o indí­gena, habitante rural o de orientación sexual diversa, son condiciones que incrementan las dificultades en el ingreso, permanencia y culminación de los estudios.

Para ello, nuestras naciones requieren:

  • Contar con docentes formados en la crí­tica al sexismo y las discriminaciones y con libros de texto, currí­cula y actividades de aula que erradiquen la práctica y el lenguaje sexistas.
  • Programas de educación para la sexualidad, que promuevan la plena vigencia de los derechos sexuales y los derechos reproductivos, que honren los derechos de las nií±as, adolescentes y mujeres y la libre opción sexual y que contribuyan a la construcción de masculinidades sensibles y responsables.
  • Docentes y estudiantes, autoridades, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil y comunicadores conscientes de la importancia de una educación no sexista y antidiscriminatoria.

¿Quiénes integran la campaí±a?

Además de Cladem, integran esta campaí±a la Comisión Internacional de los Derechos Humanos de Gays y Lesbianas (IGLHRC*), el Consejo Internacional para la Educación de Personas Adultas (ICAE*), la Red de Educación Popular Entre Mujeres (Repem), Açao Educativa, Comunicación y Sexualidad (Ecos*), la Coordinación Nacional de Organizaciones de Mujeres Rurales e Indí­genas (Conamuri), la Articulación por el Cumplimiento de los Derechos Económicos Sociales y Culturales de las Mujeres (ACDM).

Asimismo colaboran la agencia de Noticias Inter Press Service (IPS) y se adhieren, de Argentina, la Asociación Civil de Mujeres «Foro de Mujeres por la Igualdad de Oportunidades; de Colombia, la Asociación Colectivo Mujeres al Derecho; de Chile, la Red chilena contra la Violencia doméstica y sexual, CoSeCh, el Programa Género y Equidad de Flacso, Mujeres Con Voz, Centro Pedagógico FLorenciaFossatti; de México, Defensa Jurí­dica y Educación para Mujeres, S.C. «Vereda Themis» y Género y Desarrollo (Gendes); de Venezuela, la Fundación Reflejos.

*Por sus siglas en su idioma original

Graciela Machuca

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