¿A qué izquierda pertenece Gabino Cué?

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A Reserva


Bárbara GARCíA CHíVEZ

Después de las elecciones federales de éste aí±o, Gabino Cué Monteagudo no encontraba acomodo en la geometrí­a polí­tica nacional, sin el cobijo del PAN, que de por sí­ ya no calienta; el PRI por ahora no es opción, basta tener muy cerca, incómodamente cerca a los priistas de su gabinete, que no responden ya ni al PRI ni al gobernador, son hí­bridos sin consistencia polí­tica.

Entonces, Gabino Cué ¿camina por  la izquierda? Así­ parece, lo refrendó hace unos dí­as a tambor batiente, en esa convención acapulqueí±a, en que los partidos de la alianza progresista anunciaron la creación del Frente Amplio de las Izquierdas, y a la que asistió como gobernador ”orgullosamente de izquierda». Hubo abrazos, besos, congratulaciones entre unos y otros, casi todos de origen tricolor, casi todos amigos de mucho tiempo, desde que militaban orgullosamente en el PRI, ya entonces aprovecharon la reunión para impulsar, estratégicamente, el golpe de mano auspiciado por el propio López Obrador, el sorprendente nombramiento de Manuel Bartlett Dí­az como coordinador del PT en el Senado. ¿Arrepentimiento, cinismo, unción, conveniencia? Tal vez, solo acuerdos polí­ticos coyunturales que dejan un mal sabor de boca ¿a usted no?

Fue durante esa reunión cuando Oaxaca y el mundo se enteraron que su gobernador se declaraba como un hombre de izquierda, argumentando -henchido su corazón- su convencimiento en los postulados socialistas,  casi cantando ”La Internacional» con el puí±o izquierdo en alto y húmedos los ojos, tal vez de emoción o pensando que explicación darí­a a su regreso, a sus ricos promotores y a sus compinches polí­ticos.

A pocos dí­as de su inusitada militancia izquierdosa, ya en Oaxaca, los acontecimientos polí­ticos se suceden uno tras otro, cuestionando sus principios progresistas y sus alianzas con los grupos más radicales, o por lo menos los que se adjudican la resistencia social, algunos que incluso fueron cooptados con el argumento de participación ciudadana y el gobierno ciudadano.

Pudiera parecer que en Oaxaca no se reedita la campaí±a ni polí­tica ni mediática que refrende la adscripción del gobernador a las diferentes expresiones de la izquierda, en todo caso, pasa lo contrario, desde los partidos como las organizaciones no gubernamentales que se dicen de izquierda.

Convergencia, ahora Movimiento Ciudadano, su partido, desparramado, apenas conservó el registro y sus dirigencias, nacional y estatal, se desconocen entre sí­ y, formalmente, está invadido por personeros y seguidores de López Obrador. Ahí­ Gabino Cué no rifa aún con su camiseta anaranjada, pues sus rencillas con unos y otros lo han separado de las pocas bases con las que ya muestra distancia. Se utiliza la tribuna legislativa para pedirle cuentas a él y a su gabinete.

Pensar en ser embozado por la izquierda salomónica del PT, obliga de facto al gobernador a justificar la permanencia del Secretario de Desarrollo Agropecuario en su ineficiente función, bajo la amenaza constante de Salomón Jara Cruz, que ostenta el cetro pejista, haciendo valer su peso faccioso. En dí­a anteriores, Jara mostró su ponche reuniendo a las y los diputados electos de la alianza progresista en Oaxaca para hacer un pronunciamiento a su favor y cuestionando las polí­ticas del gobernador, mientras el insiste en ser de izquierda.

Con los grupos del PRD en Oaxaca, Gabino Cué no encuentra su lugar, va de un lado a otro, les refuerza posiciones y prebendas, les habilita concesiones del autotransporte y nada, no lo consideran de los suyos.

En los últimos dí­as la dirigencia estatal del PRD y otros organismos independientes de la entidad cuestionaron y recriminaron al gobierno por el asesinato del sí­ndico Luis Enrique Martí­nez Cruz, en Santa Cruz Xitla; el atentado que sufrió Juan Domingo Pérez Castillo, lí­der histórico del Movimiento íšnico de Liberación y Lucha Triqui; también en la región de la Mixteca fue baleado el lí­der antorchista Pedro Reyes José, y en Juchitán de Zaragoza asesinaron a Francisco Vásquez Sánchez, militante del PT en esa municipalidad.

Estos crí­menes contra luchadores sociales obstaculizan la inserción fáctica de Gabino Cué Monteagudo a cualquier expresión de la izquierda oaxaqueí±a, partidaria o no; no obstante, sus declaraciones que quedan cada vez más desacreditadas, incluso, por aquellas organizaciones civiles que en un primer momento se desprendieron de sus ropajes de autonomí­a para ser cooptadas en beneficio del gobierno ciudadano, las mismas que ahora seí±alan furibundas la actuación de las instancias de seguridad y procuración de justicia.

No, es evidente que el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué y su gobierno, no caben esquema democrático alguno (si es que los hubiera). Hoy la falta de definición polí­tica que desde las elecciones locales del 2010, se reafirma con mayor contundencia: No hay rumbo ni directrices, no hay definición. Sin embargo, lo que sí­ es posible afirmar, es que ni el gobernador ni el gobierno de Oaxaca pueden llamarse de izquierda. La verdad es que esta afirmación ha sido rebasada, el concepto de izquierda o derecha es lo de menos, el problema es que en Oaxaca no hay gobierno.

Acción urgente…

Ante la negligencia cómplice del Procurador del Estado, Manuel de Jesús López López, qué espera el Defensor de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca,  Arturo de Jesús Peimbert Calvo,  para iniciar una queja de oficio para que se investigue de inmediato el abuso sexual a nií±os y nií±as en los albergues de comunidades indí­genas.

Graciela Machuca

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