Padecen de diabetes 1049 menores en Quintana Roo
sipse.com En México la incidencia de diabetes mellitus ha permeado entre los más jóvenes tocando a la población infantil, ya que por cada 10 adultos con esta enfermedad, al menos dos son nií±os, los cuales al padecer diabetes tipo dos, en menos de un lapso de 20 aí±os desarrollarán otras patologías que mermarán su salud, dijo Cesar Ochoa, médico internista y endocrinólogo deWestern Diabetes Institute en los íngeles California en Estado Unidos. En Quintana Roo hay un millón 325 mil 578 habitantes y de acuerdo con los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) hasta el aí±o 2009, fueron detectados 392 casos nuevos de diabetes mellitus tipo dos por cada 100 mil habitantes, lo que se traduce en cinco mil 249 casos de personas con este padecimiento en el estado, de los cuales el 20% son nií±os, es decir mil 49 menores que han iniciado un tratamiento médico para contrarrestar los efectos colaterales de esta epidemia. El congresista explicó que a tempranas edades al no ser atendida esta enfermedad correctamente desarrollara patologías como ceguera, insuficiencia renal e hipertensión arterial que mermarán gravemente su salud a la edad de 35 aí±os lo dejarán fuera de la participación económicamente activa y por el contrario originaran un gasto insostenible para el sector salud. Explicó que algunas de las causas que provocan que los menores se unan a las estadísticas de morbilidad es causada por la disociación familiar, ya que en la actualidad ambos padres trabajan y no se ocupan en la calidad en la alimentación, los menores comen lo que quieren y lo que pueden, abusando de los productos azucarados, altos en grasas y carbohidratos. El endocrinólogo comentó que es una muy buen medida preventiva en evitar los productos chatarra en la escuelas, sin embargo, los padres deberán apoyar con una alimentación balanceada a los pequeí±os así como de motivarlos a iniciar una actividad física, ya que la diabetes es controlada, pero una vez diagnosticada no tiene cura.
Graciela Machuca
