Fanatismo y abuso Infunde el séquito de Martí­n de Tours temor entre los habitantes Ataques sexuales, veto a la educación y asesinatos, en la historia de la localidad Los opositores exigen al gobernador Fausto Vallejo aplicar el estado de derecho

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Periódico La Jornada
Lunes 16 de julio de 2012, p. 3

Hace ya varios aí±os se rebelaron contra las reglas de la divinidad que les han proscrito hasta la luz —a eso se debe que las casas de dos colonias completas no tengan ventanas hacia la calle— y, a causa de esa resistencia, hoy decenas de pobladores de la localidad Nueva Jerusalén, en Turicato, Michoacán, viven aterrorizados de que el séquito deMartí­n de Tours —supuesto sucesor dePapá Nabor— y la vidente Rosa Gómez Gómez cumplan su amenaza: incendiar las casas de cada uno de los insurrectos a sus normas.

Recientemente, la secta de Martí­n de Tours ejecutó otra de sus advertencias contra los habitantes que quieren que al pueblo llegue la educación, la cual también está vetada. El pasado 6 de julio, de seis de la maí±ana, alrededor de las 14:30 horas, los seguidores del llamado obispoacabaron con la primera y única escuela que el grupo inconforme logró apenas hace cinco aí±os, desde que se fundó la ermita, en 1973.

Frente a esto, los independientes exigen con urgencia la aplicación del estado de derecho no sólo por parte del gobernador Fausto Vallejo Figueroa, sino del gobierno de la República. Temen por sus vidas, pero también claman por acceder a sus derechos humanos elementales de enseí±anza, libertad de culto y libertad a secas.

”Me siento impotente de que esto continúe y de que el gobierno no haga nada… Por la destrucción de la escuela, absolutamente a nadie se llevaron, hasta ahorita no hay detenido. La Nueva Jerusalén es un Estado dentro de otro Estado. Lo que queremos es que nos respeten», reclama í“scar Montero Arreola, representante de un grupo de jóvenes de la comunidad, que junto con padres de familia y otros ciudadanos luchan porque se ponga fin a esta violación de sus garantí­as que sufren a diario.

En La Ermita Nueva Jerusalén viven 2 mil 533 personas y tiene 680 casas. El grado de marginación es alto y la comunidad está enclavada en Tierra Caliente, una zona con fuerte presencia del crimen organizado. No hay fuentes de trabajo; por eso muchos se van a Estados Unidos, a Morelia y a Guadalajara. En el pueblo tampoco hay clí­nica, porque los fieles al sucesor de Papá Nabor consideraron que las enfermeras son un mal ejemplo para los moradores debido a que usan pantalón.

La fundación de la Nueva Jerusalén, llamada tierra prometida, se remonta casi cuatro décadas. La versión difundida por los integrantes de la secta cuenta que, en 1973, la Virgen del Rosario se le apareció a Gabina Sánchez, a quien le ordenó ir a ver al cura de Puruarán, Nabor Cárdenas Mejorada, para darle el mensaje de que debí­a construir una comunidad religiosa para rezar por la salvación de la humanidad. De ahí­ en adelante, él se hizo llamar Papá Nabor, y ella (Gabina), Mamá Salomé.

Graciela Machuca

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