Morelia.— A mí­ que no me cuenten porque estuve ahí­ sábado, domingo y lunes y los entrevisté a todos, hasta en dos ocasiones. Por si fuera poco, la casualidad me llevó a hospedarme en el mismí­simo hotel-cuartel general de los panistas, a los que vi muchas veces en su sala de prensa, el restaurante y los pasillos. Así­ que viví­ de cerca todo el drama de las caras que se fueron transformando de la comedia a la tragedia:
Domingo 09:30 hrs. Una exultante Luisa Marí­a Calderón llega a su casilla con una gran sonrisa, me presenta a su hijo y sin detener la marcha la entrevisto y me reitera lo de hace tres semanas: que está segura de su triunfo y que las acusaciones de sus adversarios por apo- yos federales de su hermano los presenten después de la elección, que para eso están los tribunales; ni una palabra sobre el narco o alguna otra inconformidad. Ahí­ mismo, entrevisto luego al lí­der del PAN, Gus- tavo Madero: por el estilo, ni la menor sombra de duda sobre el triunfo, atribuible a una gran campaí±a y al arrastre de Cocoa; tampoco alguna mención sobre injerencias del crimen organizado en la elección. Puro triunfalismo.
10:00 hrs. Apenas llegamos a la casilla donde arriba con toda su familia Fausto Vallejo, el candidato del PRI-Verde: sereno, parsimonioso, me responde que quien va a ganar es Michoacán, hasta que le insisto y me dice pues que él y el PRI serán los ganadores y que les pide a todos que acepten los resultados. Ahí­ mismo, un muy serio jefe prií­sta, Humberto Moreira, junto con el vocero José Ascensión Orihuela me explican que contra la avalancha propagandí­stica federal a favor de Cocoa ellos se fueron por el trabajo de tierra y que están muy seguros de su estructura y que ganarán por supuesto.
17:00 hrs. Conferencia de prensa en ”nuestro hotel»: nomás para que los presidentes Gustavo Madero del PAN y Luis Castro del Panal nos digan que están felices por los resultados de las encuestas de salida, pero que, respetuosos de la ley, esperarán a las seis de la tarde para darnos las buenas nuevas, aunque ya ”se les queman las habas» por hacerlo. Otra vez, ni una sola palabra sobre la injerencia del crimen organizado en los comicios.
18:00 hrs. La puritita euforia. Siempre tan propio don Gustavo, pero ahora a gritos anuncia que su encuestadora, denominada Espacio Muestral —es en serio— y otra más —también suya, Arcop— les dan una ventaja (de 39-35 y 38-35) clarí­sima, y que ya ganaron y que invitan a todos a celebrar esa noche. De nueva cuenta, no hay la menor denuncia de que el narco estuviese infiltrado en el proceso electoral.
18:00 hrs. Humberto Moreira sale al paso y dice que no. Que todo lo contrario. Que Ulises Beltrán y alguna otra les dan un triunfo claro por tres puntos.
18:35 hrs. Córrele al PRI: donde vuelvo a entrevistar a Fausto Vallejo, quien me contesta que él sigue estando seguro de su triunfo; que es más, hace un llamado a la reconciliación no sólo de las fuerzas polí­ticas sino de todos los sectores productivos; ”pues sí­», me responde cuando le comento que eso ya suena a plan de gobierno.
19:00 hrs. Otra conferencia de prensa sólo para que Cocoa anuncie otra vez su triunfo pero ahora de la mano de los tres precandidatos presidenciales del PAN, Josefina, Santiago y Cordero. Puras sonrisas. Pura foto. Tampoco hubo referencias al crimen organizado.
21:30 hrs. Cada quien sus encuestas. Cada quien su fiesta. Cada quien su plaza. Al mismo tiempo, y en diversos lugares de Morelia, Cocoa y Fausto celebraron su triunfo. Bueno, hasta el distante Silvano Aureoles de las izquierdas también se festejó ganador; con un puntito, pero ganador al fin.
22:00 hrs. Al concluir mi transmisión de radio y tele desde el Instituto Electoral de Michoacán (IEM), el PREP, con un incipiente 7% le da tres puntos de ventaja a Fausto Vallejo sobre Luisa Marí­a Cal- derón. Luego entrevisto a la maestra Marí­a de los íngeles Llanderal, presidenta del IEM, quien me dice que no hay incidentes mayores ni denuncias graves de ningún partido.
23:00 hrs. Ceno en el restaurante del hotel, en solitario y todaví­a con ley seca. Antes he recorrido el salón de conferencias y la sala de prensa ya sin un alma. Y me pregunto dónde está el ejército azul que los colmaba, lo mismo el lobby que escaleras y pasillos. Eso sí­, me doy cuenta que han cambiado la gran manta plástica que decí­a ”candida- ta». Pusieron otra de Cocoa —siempre sonriente— pero ahora con el nuevo tí­tulo: ”Gobernadora de Michoacán».
Lunes 05:30 hrs. Empiezo mi noticiero y lo termino con 85.4% de los votos contados. La pantalla es muy clara: Fausto Vallejo 35.37, Luisa Marí­a Calderón 32.65. Casi igual que como terminaron con el 100% del conteo: 35.39 él, 32.67 ella. A partir de ahí­ comenzaron las sorprenden- tes acusaciones panistas de que el resultado se debí­a a una manipula- ción amenazante del narco a favor del PRI.
Hasta aquí­ la crónica de un segundo michoacanazo, cuya memoria colectiva se
cobra los dos agravios del primero: al gobierno federal panista por haberlo perpetrado y al gobierno estatal perredista por haberlo acepta- do tan humillantemente.
Y, por supuesto, el reto gigantesco para Fausto Vallejo, que ganó apostando al trabajo de toda una vida.

Graciela Machuca

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