El dolor de la enfermera en México y la Zona Maya

0

Enfermeras - Imagen de la webNo podemos hablar de la historia de la enfermerí­a sin remontarnos a la antigí¼edad, pues la enfermera y/o mejor dicho los cuidados enfermeros son tan antiguos como el hombre mismo sobre la faz de la tierra, siempre orientado a otorgar los cuidados necesarios y los procedimientos adecuados para preservar la salud del individuo y su vida misma, estas practicas antiguas basadas primero en la observación de animales y otras en experiencias propias tení­an un toque mágico o relación divina en la cual el cuidador se encargaba no solo del cuidado del cuerpo pues también involucraba el cuidado del alma, teniendo a la enfermedad como un mandato  de un ser superior, se fue transmitiendo este conocimiento de generación en generación desarrollándose así­ un conocimiento empí­rico que origino  de algún modo la practica de enfermerí­a.
Con la llegada del cristianismo  estas practicas tomaron un matiz religioso concibiéndose esto como una forma de santificación, al llegar la reforma protestante todas estas  ideas desaparecieron  en los paí­ses que se separaron de la religión católica, las iglesias fueron destruidas al igual que los hospitales, puesto que estos en su mayorí­a estaban  gobernados por ordenes religiosas, se perdió así­ gran parte del conocimiento empí­rico conseguidos hasta ese momento, este periodo en que se dio un vací­o en enfermerí­a duro aproximadamente 300 aí±os y se le conoce como ” periodo oscuro de la enfermerí­a. no fue si no hasta la llegada de Florence Nightingale (Inglaterra  mediados de l siglo XIX) que esta situación cambio, debemos recordar que fue en esta época de los grandes descubrimientos cientí­ficos que aparecieron figuras destacadas como Luis Pasteur, en este tiempo la enfermerí­a estaba considerada como un arte y no una ciencia pero Florence Nightingale no lo aceptaba  y lucho  por integrar esta disciplina como un sistema independiente aun con las limitaciones de la ciencia de esa época una doctrina que durante mas de un siglo fue técnica, dependiendo de la medicina y de la enfermedad, aunque todaví­a no hablamos de la enfermerí­a como la actual, se establecieron las bases para hacer de esta una ciencia y una profesión.
Mientras este concepto  iba extendiéndose en varios paí­ses de Europa en nuestro paí­s. estábamos saliendo apenas de la guerra de independencia  y empezaba a reorganizare, quedando los hospitales todaví­a bajo ordenes religiosas, fue hasta el tiempo en que el presidente  de la republica don Benito Juárez secularizó los hospitales  y en 1863 decreto la extinción de las comunidades religiosas, quedando excluidas las hermanas de la caridad, y en 1874 Lerdo de Tejada las expulsó definitivamente  de México dando lugar a nuestro periodo oscuro de la enfermerí­a en nuestro paí­s, en el siglo XX inicia el ambicioso proyecto de la construcción del hospital general y la creación de la primera escuela de enfermerí­a inaugurados en 1905 y 1907 respectivamente  e interrumpidos nuevamente por la revolución.
Una vez reorganizado el paí­s después de la guerra, hubo en nuestro paí­s unos treinta aí±os   de un desarrollo amplí­simo de la enfermerí­a en México, el estado asume la responsabilidad de la salud del paí­s y se crean organismos como el ISSSTE y el IMSS.
En las siguientes décadas la enfermerí­a tomo conciencia de la necesidad de una preparación a nivel licenciatura, que permitiera elevar el conocimiento cientí­fico y su reconocimiento profesional, destacando la labor de enfermerí­a como pilar importante  en el nivel de vida y salud del pueblo mexicano.
En Quintana Roo especí­ficamente la Zona Maya, es importante destacar la labor incansable de  la secretaria de salud así­ como la del IMSS, en capacitar primero a gente de las misma comunidades como auxiliares de enfermerí­a  que con el dominio de la Lengua Maya, permitiesen  establecer centros de salud que otorguen servicios de primer nivel enfocados principalmente a la prevención de enfermedades, mediante jornadas agotadoras  de vacunación y promoción para el cuidado de la salud de la gente maya, es importante destacar la labor de todo el personal que con la minima preparación escolar, adquirieron conocimientos técnicos y cientí­ficos para el cuidado de su propia gente, es este mismo personal que con el afán de prestar un mejor servicio de calidad, se preocupo por su formación profesional, en muchas ocasiones privándose  y privando a sus seres queridos de su presencia en el hogar siempre con el objetivo de servir de una forma profesional a su población, logrando el reconocimiento  como enfermeras y enfermeros generales y el dí­a de hoy licenciados en enfermerí­a, esto se resume de una forma sencilla, pero detrás del gran logro de mejores niveles de salud así­ como la esperanza de vida que ha aumentado, esta el trabajo de un gran equipo de trabajo formado por enfermeras auxiliares, generales y licenciados, que es el dí­a de hoy en que levantamos la voz, para exigir el reconocimiento justo de nuestro trabajo y esfuerzo,  así­ mismo negarnos a seguir estigmatizados como ayudantes o manos derechas del medico, pues nuestra labor va mas allá de brindar cuidados, tenemos iniciativa para determinar los procedimientos necesarios y adecuados para mejorar la salud, de un individuo o de una población, como ya se ha demostrado en muchas ocasiones, pues es el personal de enfermerí­a el que cubre en nuestro municipio las constantes inasistencias de médicos que viene de otros Estados y que no están comprometidos con la salud del pueblo maya, llegando inclusive a denigrar y expresarse mal de nuestro pueblo, sin tomar en cuenta que si están en nuestro territorio es por la falta de oportunidades que hay en sus Estados de origen, situación que en los últimos aí±os ha empeorado por la necedad de un  gobierno de seguir manteniendo a personas que no cuentan con la capacidad ni el perfil profesional para ocupar una jefatura jurisdiccional y utilizando este puesto como pago de favores o por imposición de un exgobernador de negro historial, situación que permite que el personal de enfermerí­a sea humillado sobajado de forma verbal y fí­sica, como el caso de una enfermera que inclusive fue golpeada por la doctora responsable de la unidad medica de su pueblo  y de otras que por no tener el carácter  y el respaldo de su sindicato han sido vejadas , maltratadas y hostigadas en su unidad laboral, imponiéndoles cargas de trabajo excesivas en complicidad del jefe jurisdiccional y la jefatura de enfermerí­a.
Reciban hoy en este mes en la cual se reconoce esta labor un enorme saludo a este gran gremio  de la salud, exhortándolos a superarse dí­a con dí­a y otorgando un gran servicio como siempre lo han hecho, el reconocimiento lo tienen de quien realmente vale la pena que es la gente de nuestra Zona Maya, que reconoce dí­a con dí­a la labor incansable y la entrega del personal de enfermerí­a y agradece cada una de las atenciones recibidas.

Graciela Machuca

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *