Velan armas
Un vago rumor de alianzas e indisciplinas inquieta al vértice político del estado. La falta de certeza sobre la fecha de las elecciones ha generado un ambiente enrarecido, cargado de políticos que se apuran por llegar a un lugar incierto antes de lo que el destino les tiene preparado. En llano lenguaje político se llaman adelantados, y casi siempre complican los diseí±os políticos que se hacen desde el lugar donde se toman decisiones.
La lucha por la gubernatura del estado parece haber tomado un derrotero moldeado por límites infranqueables. Ese límite podría explicarse así: el candidato será el que el gobernador Félix González imponga, o será el que el mandatario deba pactar con la familia Joaquín. Un tercero en discordia, dicen algunos (más esperanzados que convencidos) podría surgir del olvidado sur del estado.
La fácil exposición de esas certezas (nada en una campaí±a política lo es, en realidad) no tiene nada que ver con el trámite diario de esa batalla política, que tiene interminables idas y vueltas.
El gobernador del estado ha visto sin demasiada alegría la llegada del diputado federal Carlos Joaquín González a la presidencia de la Comisión de Turismo de ese recinto. Sutilmente, fue intentando compartir y acompaí±ar ese breve momento de gloria, para no entregar todos los reflectores a un grupo político, la familia Joaquín, que se está moviendo con amenazante firmeza en ese mundo.
Tanta preocupación se generó, que algunos hasta olvidaron que la secretaría de la Comisión de Medio Ambiente, que logró el diputado Roberto Borge (quizá el principal candidato del gobernador) puede tener una preponderancia mediática mayor a Turismo. No hay tema importante en Quintana Roo, prácticamente, que pueda prescindir del medio ambiente; turismo tiene otras dimensiones.
Veamos un caso. El proyecto Playa Carey ha generado un gran debate a su alrededor, porque colinda, y acaso se superpone, a un área natural protegida. La Comisión de Medio Ambiente tiene mucho que decir en este caso, a favor o en contra. Puede llenar páginas de periódicos y muchos minutos de radio o televisión exponiendo su punto de vista o su trabajo. Para Turismo el tema es menor: se trata tan sólo de un proyecto entre tantos. El hábitat de unas cuantas tortugas marinas puede interesar a miles de personas; no así el destino de un hotel, y mucho menos si está haciendo un daí±o ecológico.
El tema central en este caso es cual será la estrategia a seguir por Borge y su gente. Los primeros pasos no fueron los mejores. Intentar generar la idea de que la secretaría de la comisión que logró Roberto Borge es mejor que la presidencia de Carlos Joaquín, porque el tiempo y las obligaciones apremiarán a este último, privándolo de la posibilidad de hacer campaí±a, no es un camino adecuado. Seamos claros: la presidencia fue una mejor vidriera política. Punto. Roberto Borge debe trabajar ahora para que su secretaría se convierta en su gran plataforma mediática.
Pero esta pequeí±a muestra es apenas un eslabón de una larga cadena. Hay fuertes movimientos de ambos bandos para lograr apoyos políticos en el centro del país, y también se está haciendo un trabajo al interior del partido para posicionar a los precandidatos. La batalla de la ciudad de México no es fácil para Félix González. El senador Pedro Joaquín Coldwell tiene una relación personal con la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, y con el líder de los diputados del tricolor, Francisco Rojas.
El gobernador, por su parte, tiene mano en el juego interno de la estructura priísta, donde lógicamente tiene un peso preponderante y no igualado ni discutido por nadie. En ese contexto, no es gratuito el duro mensaje político del mandatario estatal en el aniversario del estado, el pasado 8 de octubre. Los afiebrados movimientos de adelantados y vanos aspirantes estaban generando un clima de indisciplina interno. Félix González los reprendió recordándoles las facultades constitucionales que tiene para poner en orden las cosas. El primer impacto fue positivo, pero como toda amonestación, su valor tiene que ver directamente con el tiempo que se mantenga vigente.
Esa batalla política estatal tiene un correlato directo en los municipios, aunque no todos sufren la misma agitación. Benito Juárez, con su carga de expectativas, es el lugar donde este fenómeno más se ha notado. La proliferación de aspirantes priístas, principalmente, así como las apetencias de los seguidores del alcalde Gregorio Sánchez, le han dado a Cancún una movilidad política insospechada para estas épocas.
Tan es así que el alcalde ya ha decidido que una parte de su gente comience a trabajar de lleno en la estructura electoral que sostendrás sus aspiraciones políticas. El primer edil no olvida, por supuesto, que su destino está ligado a un acuerdo con la familia Joaquín, que tiene sus propias apetencias. Uno de sus principales colaboradores de campo lo explicó con justeza: ”Vamos a trabajar por el proyecto Greg gobernador, pero siempre dentro del proyecto político de los Joaquín».
Esa alianza es la que inquieta al gobierno del estado. Gregorio Sánchez es una fuerza opositora importante, y tiene, al menos hasta ahora, la capacidad de aglutinar a varios partidos opositores a su alrededor. Ya es casi una sentencia la frase que dice que si Carlos Joaquín es candidato a gobernador, el alcalde de Cancún buscará una senaduría.
Pero la amenaza para el PRI es otra. La posibilidad de que el gobernador le cierre el paso a las aspiraciones de familia cozumeleí±a, y que ello genere que la alianza entre los Joaquín y Gregorio Sánchez se traslade hacia el espacio opositor. ¿Una alianza PAN-PRD-Joaquín detrás de alguno de los nombres del grupo? La idea no parece fácil de lograr, pero puede ser viable. ¿O en realidad se trata apenas una advertencia, de una jugada política para demostrar poder?
El calendario electoral será determinante en el destino de esta batalla. Si las elecciones se adelantan a julio de 2010, todo sucederá como en un vendaval. Y entonces las realidades, los mitos, las esperanzas y las advertencias, quedarán en el exacto lugar que la historia les había reservado.