Un granito de arena al planeta tierra

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Granito de arena

El planeta, con los seis mil millones de habitantes que hospeda, cada dí­a nos avisa de lo que se avecina y aún así­ no tomamos cartas en el asunto de su cuidado y preservación. Algunos tenemos conciencia del daí±o irreparable que los seres humanos le hemos hecho, pero… la otra gran parte de la población ¿cómo estará actuando?

Vemos un mundo cambiante donde la huella ecológica cada dí­a está más marcada y los fenómenos naturales dejan más daí±o a su paso; como si nuestra tierra respondiera a lo que el hombre no ha sabido utilizar de manera sustentable. Debemos actuar como los que ya se suman a esta gran tarea del cuidado del medio ambiente, comenzando desde el hogar con los más pequeí±os, ya que ellos son más sensibles a seguir nuestros buenos actos que a nuestras palabras; juntos en familia se puede lograr la cultura de preservación y sustentabilidad. Primero que nada es conveniente explicar a los nií±os el por qué de tomar ciertas medidas en casa: como el ahorro racional del agua (para no sufrir lo que en estos momentos sufren nuestros hermanos capitalinos), el uso adecuado de artefactos que funcionan con bastante energí­a eléctrica, tales como, hornos de microondas, planchas o aires acondicionados, estos últimos debemos usarlos cuando verdaderamente se necesite: en las noches para descansar a la temperatura adecuada, y por que no, en los autos cuando ya ha bajado el sol y el ambiente es menos caluroso; debemos también explicarles acerca de la importancia del reciclaje de la basura y de la elaboración de composta, tarea que gratamente he observado en algunas familias, donde los jóvenes y nií±os colaboran con esta actividad, ya que, separando basura ayudamos agigantadamente a quienes tienen por trabajo separar lo orgánico de lo inorgánico, y mas que nada poder llevar a el lugar al que pertenecen, artefactos que pueden daí±ar al suelo y a nuestros mantos acuí­feros. Podemos optar también por poner algunos maceteros en las áreas donde los aparatos electrónicos están por mucho tiempo trabajando y así­ purificar el ambiente. Actualmente el mercado nos ofrece productos biodegradables, al igual que los ecologistas, que preocupados por esta misión nos brindan una oportunidad para cooperar con el cuidado del medio ambiente.

Cuando la infraestructura crece y solo se piensa en los espacios cimentados, se acaba con las áreas verdes y por ende se incrementa gradualmente la temperatura del ambiente, por ejemplo: se reciente cuando los espacios que quedan para poder estacionarse son sin sombra, por esto, debemos sembrar muchos árboles, ellos nos sirven para tomar un descanso bajo un sol en su esplendor, después de una caminata intensa entre el medio dí­a y las tres de la tarde o que mejor que poder encontrar un frondoso árbol para poder hacer una pausa cuando los nií±os y adolescentes desean descansar un rato en un reí±ido desfile… como estos, podemos mencionar muchí­simos mas ejemplos, recuerda: los árboles son nuestros pulmones. Felipe Carrillo Puerto todaví­a se caracteriza por ser un lugar que preserva la naturaleza, por tener muchas áreas todaví­a verdes, con árboles frondosos y legendarios, caracterí­sticos por sus propiedades curativas, también por ser un lugar donde sus noches y amaneceres son frescos. Cabe comentar, que Felipe carillo puerto y Tulum guardan y comparten el regalo mas preciado de la naturaleza: los mantos acuí­feros y rí­os subterráneos de Sian ka’an que hasta nuestros dí­as se conservan, pero si no tomamos medidas urgentes podrí­amos perder esta reserva, y con ello estarí­amos adelantando las profecí­as que anuncian la ausencia de nuestro lí­quido vital.

Otra manera de contribuir al cuidado del planeta, es la conservación de cada ecosistema, por eso, debemos dejar de comprar animales en peligro de extinción; es muy cierto que son hermosos, pero ellos tienen su habitad: si eres ”dueí±o» de alguno de estos seres vivos iguales a nosotros, déjalos libres, recuerda que a nadie le gusta vivir preso; deja también las conchas de mar en su sitio, en Quintana Roo abundaban al igual que los mangles, los corales y los peces en las cercaní­as de las playas; tampoco mezcles un ecosistema con otro, ya que sin quererlo provocamos un desequilibrio ecológico. Seamos más conscientes, urgen las buenas acciones, nuestra madre tierra lo merece: solo basta con mirar los hermosos colores del cielo en el ocaso para saberlo. ¡Haz tu parte y ponte en marcha!

No olvides que si la temperatura continua elevándose se avecinaran catástrofes aún más serias para toda humanidad. Por tus hijos, nietos, hermanos y hermanas y después por ti, siembra un árbol y cuida nuestro hogar: ¡el planeta azul!

Graciela Machuca

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