Guerra por la arena en Cancún
Según las autoridades extraer la arena del fondo del mar es un delito.
Clausura de playas, detenidos, reclamos ambientalistas, sanciones. El conflicto por la falta de arena en Cancún, uno de los principales destinos turísticos en México, tiene todos los elementos de una trama sin resolver.
Cuando los dueí±os de los hoteles Gran Caribe Real y Royal Cancún hicieron un relleno con arena extraída desde el fondo del mar para sus clientes, no pensaron que el caso llegaría hasta la justicia y que incluso la ”nueva playa» sería clausurada por las autoridades.
La Procuraduría (fiscalía) de Protección Ambiental (Profepa) declaró la obra como ilegal y les cerró el relleno frente a los ojos incrédulos de los turistas que —con sus vasos de margarita en la mano- no comprendían lo que estaba ocurriendo.
Hasta cinco personas fueron detenidas por sospecha de usar sistemas de bombeo de arena para llevar arena desde el suelo submarino a la superficie.
Tras un largo litigio la corte falló contra la empresa hotelera y ésta tendrá que remover una escollera que había construido para retener la arena en los próximos días.
«Hicimos una obra de protección temporal. Actuamos dentro de la legalidad», le dijo a BBC Mundo Máximo García, portavoz de la empresa cuestionada.
«Es un delito»
Pero la visión del gobierno es muy distinta. Raymundo Raziel, director general de Impacto Ambiental de la Profepa, aseguró que las obras eran completamente ilegales.
«Es un delito y si no cumplen con la ley se arriesgan a penas de entre 1 a 4 aí±os de prisión», dijo Raziel en conversación con BBC Mundo.
Hasta ahí va el conflicto con una empresa hotelera en particular, pero el problema de fondo es la falta de arena en la zona.
«Se llegó a esta situación porque en aí±os anteriores las autoridades permitieron el crecimiento desordenado. Construyeron sobre la duna y ahora estamos viendo los efectos de la falta de regulación», dijo Raziel.
Por otro lado, el aumento del nivel del mar, producto del calentamiento global, tampoco ayuda a mitigar la crisis.
Por eso en septiembre próximo el gobierno comenzará un programa de recuperación de playas que planea bombear alrededor de 6 millones de metros cúbicos de arena desde los bancos cercanos a la isla de Cozumel.
Impacto ambiental
Los detractores del traslado de arena desde Cozumel a la Riviera Maya dicen que nada asegura su efectividad.
Denuncian que hace más de tres aí±os fueron invertidos unos US$19 mil millones en una iniciativa similar y que la arena colocada en aquel entonces desapareció producto de los temporales.
Temen que ocurra lo mismo con la nueva inversión, que sería cuatro o cinco veces superior.
Aunque las mayores preocupaciones vienen de organizaciones ambientalistas y autoridades de la isla de Cozumel que temen por el impacto ambiental del programa.
Sin embargo las autoridades confían en que se trata de la mejor opción disponible para recuperar las playas perdidas y aseguran que intentarán reducir al mínimo el impacto ambiental.
Una discusión que seguirá vigente en los próximos meses y que una vez más pone presión al conflicto entre los intereses ambientales y los económicos en una isla que posee la segunda barrera de coral más extensa del planeta.